Mendoza: investigan si abusó de una niña de tres años en una comunión

La denuncia sostiene que el sospechoso estaba jugando con la criatura y aprovechó para hacerle tocamientos. También tratan de establecer si hubo acceso carnal. El hombre dejó de ser visto en la zona donde reside. La palabra de la madre de la pequeña.

La Justicia investiga el presunto abuso sexual de una niña de tres años durante una fiesta de comunión el sábado en Maipú. Por el hecho fue señalado como autor un vecino de la criatura, quien habría estado en claro estado de ebriedad.



Conocidos de la familia de la pequeña presenciaron los tocamientos que le habría efectuado el sujeto y declararon ante la fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual María de las Mercedes Moya, que lleva adelante el expediente. Los detectives también tratan de establecer si hubo acceso carnal y esperan los resultados de peritajes.



El sospechoso –se reserva la identidad por pedido de los pesquisas– tiene alrededor de 60 años y dejó de ser visto en la zona donde reside.



No obstante, por el momento no cuenta con pedido de captura ya que los detectives judiciales que trabajan en el caso aguardan reunir por estas horas más pruebas que lo comprometan, explicaron fuentes consultadas.



Observado



Según el relato que aportó el miércoles la madre de la niña cuando se presentó a radicar la denuncia en la Oficina Fiscal Nº 10, el sábado, su suegra llevó a su hija a una fiesta de comunión a la que habían sido invitados, pero a la que ella y su marido no podían asistir.



Al parecer, en medio de la celebración, el presunto abusador comenzó a jugar con la pequeña, a quien conoce no sólo por vivir a pocos metros de su casa, sino también por ser allegado a la familia del padre, explicó la progenitora en charla con El Sol.



En un momento, amigos de la familia de la niña empezaron a observar con atención los movimientos que realizaba el hombre, debido a que estaba en un evidente estado de alcoholización. Fue allí cuando notaron que los juegos dejaron de ser “inocentes” y que tomaba las manos de la criatura para posarlas sobre sus genitales.



Sorprendidos por la situación, los testigos prefirieron no hacer un escándalo que arruinara la fiesta y hablarlo posteriormente con los padres de la niña. Al enterarse la familia, se vie conmocionada y hasta pensó en “hacer Justicia por mano propia”, explicó la progenitora.



No obstante, con el pasar de las horas y con la cabeza fría, hicieron “lo correcto” y realizaron la presentación correspondiente ante la Justicia.



De esa forma, se abrió un expediente por averiguación de abuso sexual simple, en el que tomó intervención la fiscal Moya, aunque pasaría en los próximos días a la órbita de su par Gustavo Stroppiana, quien estaba de turno cuando se perpetró el hecho.



Más allá de eso, la calificación de la causa podría cambiar porque la pequeña, a su forma, habló con madre y le reveló otra situación más comprometedora.



Pese a que los padres habían decidido no tratar el tema con la menor, ella misma le comentó durante un paseo que “en la fiesta de sábado el señor de la moto, el que vive a la vuelta de la casa, me tocó la chumina y me dolió”, relató la mujer.



Ante eso, la denunciante les comunicó los dichos de la niña a los pesquisas del caso y se ordenó que fuese trasladada a un nosocomio para que se le efectuaran los peritajes físicos de rigor.



Así esperan constatar si la pequeña presenta lesiones en los genitales que sean compatibles con un abuso sexual ante la latente posibilidad de que el hombre la haya accedido carnalmente con sus dedos, indico una fuente cercana al caso.



 



El Sol


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