Gil Pereg: "Si vuelvo a la cárcel me suicido"

El acusado del doble crimen de su madre y su tía habló en una nueva audiencia. Le dieron el alta en El Sauce y debería volver al penal. Mientras, definen si va a debate.

Nicolás Gil Pereg habló  otra vez durante una audiencia que se desarrolló en los Tribunales locales.



El israelí acusado de matar a su madre y a su tía hace más de dos años en Guaymallén buscó, a través de su defensa, voltear la prisión preventiva que recae sobre él. Asegura, tal como explicó el abogado Maximiliano Legrand, que la medida cautelar no amerita otra prórroga porque están vencidos los plazos establecidos y debería recuperar en libertad.



La fiscalía, representada por el fiscal en jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, se opuso y busca que la causa llegue a juicio por jurado lo más pronto posible.



El tribunal colegiado conformado por Luis Correa Llano, Eduardo Martearena y Rafael Escot tendrá la última palabra. Pasó a un cuarto intermedio después de poco más de una hora de audiencia -finalizó a las 15.30- y es probable que la resolución se conozca la semana próxima.



Pero eso no fue todo. Gil Pereg, quien se encuentra en el hospital neuropsiquiátrico El Sauce, no quiere volver a la prisión. Desde ese nosocomio destinado a pacientes con problemas mentales recibió el alta médica y corresponde que pase al penal, confiaron fuentes judiciales.



Sin embargo, el sospechoso del doble crimen de Lily Pereg (54) y Phyria Saroussy (63) habló durante la audiencia y fue contundente ante las partes: “Si vuelvo a la cárcel me suicido”. Así de simple.



Los magistrados tomaron nota. Y se encontraron con un contrapunto. Los profesionales de El Sauce entienden que puede continuar detenido en una cárcel bajo el mismo tratamiento médico que recibe actualmente pero el Servicio Penitenciario pone reparos. “Básicamente, no hay acuerdo, porque temen que se quite la vida”, agregaron las fuentes.



Así las cosas, mientras también se intenta que se declare inimputable al sujeto de 39 años porque no está en condiciones de enfrentar un proceso oral, en la Justicia resolverán en los próximos días si tiene o no que sentarse en el banquillo de los acusados.



El final



Pereg y Saroussy fueron asesinadas a principios de enero 2019 en un predio ubicado cerca del cementerio de Guaymallén.



Las mujeres llegaron desde Israel para reunirse con Nicolás porque tenían que resolver algunos problemas económicos. Sin embargo, nunca salieron con vida de ese lote.



La hipótesis de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos sostiene que el hombre, quien vivía como un indigente pero tenía más de dos millones y medio de pesos guardados allí, mató a su madre y a la tía y ocultó los cadáveres en ese sector.



Hubo una denuncia por averiguación de paradero y 14 días después la policía y la Justicia hallaron los cuerpos enterrados en el lugar.



La sangre y otros rastros de las víctimas fueron levantados por Policía Científica en la escena. Ambas fueron asesinadas a los golpes y con un hierro. Las empalaron.



La fiscal ordenó la detención de Nicolás Gil Pereg, quien llevaba más de 10 años viviendo en Mendoza, lo imputaron por el doble crimen y mandaron a la cárcel.



Allí nació la segunda parte de la historia. Gil Pereg pocas veces habló y siempre se mostró como una persona que no se encontraba en sus cabales.



Para los detectives, se trata de una “actuación para hacerse pasar por loco”. En las primeras audiencias, este sujeto que mide dos metros, era escoltado por penitenciarios y policías y gritaba ante la prensa.



También maullaba como un gato. Y hasta se orinó encima en el banquillo del acusados mientras se resolvía su situación procesal.


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