Detienen a un empleado de ANSES por violar a su hermano desde los 4 hasta los 17 años
El sospechoso en la causa en Godoy Cruz le lleva más de 15 años de diferencia al denunciante. Investigarán si también abusó de otros menores y además si falsificó documentación para simular que tenía un hijo
La historias de abusos intrafamiliares, que lamentablemente tienen bastante asidero en Mendoza, generalmente son con vínculos ascendente-descendente: padres, abuelos y tíos son quienes terminan detenidos. Pero un caso de abuso sexual en Godoy Cruz llamó la atención en los últimos días ya que un empleado de ANSES de 42 años está acusado de haber atacado durante décadas a su hermano menor.
El expediente penal nació en los últimos días de noviembre pasado cuando la víctima, un joven que ahora tiene 25 años, realizó la denuncia luego de afrontar innumerables sesiones con psicólogos y superar dos intentos de suicidio -incluso uno cuando tenía apenas 11 años-.
En su relato, la víctima contó que había sufrido agresiones sexuales desde mediados del 2000 hasta 2014, es decir, cuando tenía entre 4 y 17 años. El agresor fue su medio hermano -tiene lazo sanguíneo por la madre- con quien convivía la familia en el barrio Fuschs. El estremecedor testimonio del chico dejó en evidencia una serie de abusos sistemáticos que fueron in crescendo con el correr de los años.
En su primera infancia recordó haber realizado los típicos juegos de "luchitas" con su hermano pero siempre terminaban con el primogénito tocándole sus partes íntimas. Años después, el agresor comenzó a realizar lo mismo pero cuando se duchaba, ya sea en la casa de Godoy Cruz o en el club Círculo Médico ubicado en El Bermejo, donde solía asistir la familia durante los veranos.
Las agresiones también tuvieron lugar los años en otros lugares, como por ejemplo la casa de una tía ubicada en Chacras de Coria o cuando se iban de vacaciones a Villa Gesell. Ya a esa altura se trataba de abusos orales y anales, según detalló el denunciante. Todo era cometido con violencias y amenazas de que si hablaba le iban a "pasar cosas malas" a sus padres.
La víctima fue reprimiendo y ocultando los delitos a los cuáles era sometido, pero cuando cumplió la mayoría de edad hubo una situación clave que lo llevó a efectuar la denuncia. El sospechoso apadrinó a un niño y le explicó a su familia que era su hijo fruto de una relación sexual que había tenido con una chica fuera del país, aunque existe la sospecha de que mintió -dijo que el estudio de ADN se le perdió- y aprovechó que es empleado de ANSES para falsificar la documentación.
De una forma u otra, esa situación le hizo un click y decidió denunciar al agresor. La fiscal de Delitos Sexuales Virginia Rumbo inició una investigación que derivó en la detención del sospechoso el 22 de agosto pasado. Fue imputado por una batería de delitos: abuso sexual simple, con acceso carnal, gravemente ultrajante y promoción a la corrupción de menores; todo agravado por el vínculo la relación y por la convivencia con la víctima. Arriesga una condena de 10 a 50 años de cárcel.
En los últimos días, el juez Gabriel Bragagnolo le dictó la prisión preventiva, pese a que la defensa solicitó la libertad o el arresto domiciliario. El magistrado coincidió con la fiscal de que a esta altura de la investigación hay prueba suficiente para sostener la privación de la libertad del imputado -se reserva su identidad para preservar la de la víctima-.
El expediente no sólo cuenta con el relato del denunciante, sino también con el de un primo que también habría sufrido abusos sexuales por parte del hombre. De hecho se extraerán compulsas para investigar esos otros delitos, confirmaron fuentes judiciales.
También brindó su versión el padre de la víctima, quien ahondó sobre los intentos de suicidio de su hijo y explicó que cuando se enteraron de los abusos su pareja decidió separarse e irse a vivir a otro lado con el sospechoso.
Incluso las psicólogas que atendieron al joven de 25 años -una de ellas la paga el sospechoso- también coincidieron en los síntomas y relatos de abuso que les manifestó el chico. (Diario Uno)