Habló la enfermera acusada por las muertes en el Neonatal de Córdoba

Brenda Agüero rompió el silencio lo hizo ante el medio Cadena 3. Dijo ser inocente, que las muertes fueron intencionales, apuntó contra un colega y los directivos y criticó al fiscal.

Desde el pasado 20 de agosto, Brenda Agüero vive en la cárcel para mujeres del complejo penitenciario de Bouwer. La enfermera de 27 años está acusada de lo peor: la muerte intencional de cinco bebés y el intento de homicidio de otros ocho bebés recién nacidos en el Neonatal.



En caso de ser llevada a juicio, no hay grises en su situación legal: absolución o prisión perpetua.



La enfermera es la única de los siete imputados que tiene la causa que permanece detenida. Además de ella, están acusados por otras figuras penales (omisión de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica) el exministro de Salud Diego Cardozo, el exsecretario de Salud Pablo Carvajal, el exvicedirector administrativo del Neonatal Alejandro Escudero Salama, la exdirectora Liliana Asís y las exempleadas jerárquicas Marta Gómez Flores y Adriana Morales.



Neonatal: funcionarios imputados, entre el silencio y los celulares borrados



A través de un teléfono público ubicado en la cárcel de Bouwer, Agüero rompió el silencio por primera vez. Entrevistada de manera exclusiva por Cadena 3, reiteró que era inocente, dijo que por lo que había leído en el expediente le parecía que los casos habían sido "intencionales", sembró sospechas contra un compañero y desmintió haber buscado en Google cómo suministrar potasio, uno de los indicios que trascendió como punto clave en la acusación en su contra.



"A mí el fiscal (Raúl) Garzón me acusa porque estuve en el hospital todos los días en los que ocurrieron estos casos. Pero no soy la única. Me tiene detenida injustamente. Cuando me lee las pruebas no tiene ninguna en contra mío. Lo único que tiene es que estuve en el hospital".



En ese punto, se destaca que en realidad hay más de 10 empleados que coinciden todos los días en los que sucedieron los casos bajo sospecha, entre marzo y junio último. Entre ellos, Agüero apuntó sus sospechas contra un colega en particular.



“Mi compañero que estaba en todos los partos, cuando declaró dijo que él sí conocía el potasio y que se aplica a los bebés en casos de urgencia y no lo debería saber”, expresó y agregó que a ella le llamó la atención, al leer el expediente, que este colega declaró haber sabido dónde estaba el potasio "en Neonatología", que lo aplicaban las enfermeras y que sólo había una ampolla. “Sabía todo este chico”, subrayó.



"Yo no manipulaba potasio", agregó.



A lo largo de la investigación, aparecen diferentes menciones e indagaciones sobre si es posible que de manera reiterada el equipo de enfermería haya equivocado la aplicación de la Vitamina K y en su lugar haber colocado, de manera errónea, potasio. Sucede que el símbolo químico del potasio es justamente la letra K.



Un bebé recién nacido recibe tres pinchazos: en el muslo, la vacuna contra la hepatitis B y la vitamina K; y en el brazo derecho la vacuna BCG. De ningún modo se le puede inyectar potasio, ya que se trata de una sustancia potencialmente mortal.



Incluso, en el expediente hay un enfermero que confunde al hablar la vitamina K con el potasio. Pero Agüero desechó la posibilidad de que se hubiera tratado de una confusión, ya que dijo que las sustancias están bien diferenciadas.



Agüero reiteró las críticas al fiscal Garzón, que fue recusado hace pocos días. Dijo que en noviembre, en medio de una visita del fiscal a la cárcel, ella se quejó porque continuaba aislada desde hacía tres meses, que recibía la comida por una puerta y que no tenía contacto con nadie. "Me respondió que esto no era Disney y me dijo que tenía indicios para condenarme", acusó.



La recusación fue rechazada en Tribunales.



Sobre cómo se produjeron las muertes de los bebés, Agüero respondió que a la luz de lo que había leído en el expediente, ella no dudada de que se habían tratado de casos "intencionales". “Hay autopsias que dicen que dieron potasio elevado. Cuando me leen los hechos, en algunas autopsias de los bebés no especifica que sea potasio. Lo único que dice es que se pudo haber administrado potasio u otra sustancia”.



También aseguró haber alertado en su momento, cuando en los pasillos del hospital ya se hablaba de "casos raros" a una delegada del SEP. Y aseguró que la directora del Neonatal, Asís, no hizo nada ante esta serie de alarmas que se iban encendiendo.



Con el tiempo acotado, ya que estaba utilizando el teléfono público de la cárcel y otras presas le reclamaban poder usarlo, también negó haber realizado búsquedas en Google sobre cómo suministrar potasio, algo que había trascendido como una presunta prueba clave de la fiscalía en su contra.



Dijo que en realidad se había tratado de una serie de archivos que ella había descargado en octubre pasado, varios meses antes de que comenzara la seguidilla de casos sospechosos, de un grupo de Whatsapp creado por una enfermera que tuvo de compañera en el Sanatorio Allende. "Son libros de estudio que pasó por WhatsApp” en un grupo integrado por otras enfermeras más.


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