Suicidio

Entró a robar a una carnicería y se quitó la vida al ser acorralado por la Policía

Ocurrió en la localidad bonaerense de San Justo. Junto a un cómplice, el hombre se había llevado la recaudación del local.

Un hombre que había asaltado una carnicería con un cómplice decidió suicidarse de un tiro en la cabeza al verse acorralado por la Policía, el martes, en la localidad bonaerense de San Justo. Por su parte, el segundo delincuente resultó herido durante la persecución y fue trasladado al hospital en condición de detenido.



Fuentes policiales informaron que el episodio se dio luego de que los dos sospechosos entraran al local, huyeran en una moto y fueran perseguidos por efectivos que lograron emboscarlos. Mientras uno de los ladrones resultó herido por los agentes, el otro dijo: “Antes de volver a la tumba, me pego un tiro”. Luego, se disparó en la sien derecha.



La secuencia comenzó cuando ambos ingresaron a una carnicería de San Justo, ubicada en José Ingenieros y ruta 3, para robar la recaudación a mano armada, según se ve en un video del local. Luego de llevarse el dinero, se dieron a la fuga en una motocicleta marca Yamaha que, según se supo más tarde, tenía un pedido de secuestro activo y había sido robada el 18 de febrero último, informó 0221.



Tras ser asaltada, la dueña de la carnicería llamó al 911 y efectivos de la Policía de la Comisaría Oeste 1º de San Justo comenzaron a rastrillar en sus patrullas para encontrar a los delincuentes. Al localizarlos, en la intersección de las calles Peribebuy y José Ingenieros, los hombres aceleraron hasta el cruce de las calles Almafuerte y Las Pampas, pero al frenar cayeron contra el asfalto. Inmediatamente después se incorporaron y comenzaron a disparar.



En ese momento comenzó un tiroteo. Los efectivos respondieron y balearon a uno de ellos en un glúteo. Tras rendirse, el delincuente -identificado como Cristian Hernán Gutiérrez de 41 años, fue detenido y llevado al hospital de la zona. No obstante, el otro delincuente, cuyo nombre no trascendió, no quiso entregarse. Siguió amenazando a los policías con su arma y, según las fuentes de la fuerza, el hombre afirmó: “Antes de volver a la tumba, me pego un tiro” y luego de esa frase se suicidó.


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