Sin cargos en su contra, se jubila el juez acusado de cobrar 10 millones de dólares de coimas

Se jubila Luis Rodríguez, quien asumió durante el kirchnerismo en 2012. Tuvo denuncias por mal desempeño y favoreció con sus fallos a Carlos Zannini, Cristina Kirchner y Julio De Vido. Se jubila en marzo sin cargos en su contra.

Luis Rodríguez no va a ser más juez federal a partir del mes de marzo. Se va después de once años de desempeño lleno de escándalos y denuncias, habiendo tejido vínculos con los servicios de inteligencia y para evitar nuevas denuncias tras intentar salvar a Julio De Vido, sobreseer a su testaferro Carlos Liuzzi y salpicado por la corrupción kirchnerista de la llamada "Causa de los cuadernos". Queda entonces vacante su juzgado y de a poco empieza el recambio del fuero que creó casi enteramente el oficialismo. 



Rodríguez empezó mal, su llegada al juzgado estuvo teñida de dudas, se confirmó que había tenido acceso al examen para ser juez antes del mismo, por lo que tuvo que dar explicaciones tras el histórico "concurso 140" del que participó. Después se supo que atesoraba parafernalia nazi, un raro pasa tiempos, que le valió señalamientos de todos lados, incluido el colaborador Horacio Verbitsky desde el CELS. 



Durante su carrera se codeó con lo más profundo del poder judicial, siendo íntimo amigo del ex ministro menemista Rodolfo Barra, quien lo hizo juez. Allí conoció a su secretario, un tal Javier Fernández que después se convertiría en uno de los operadores judiciales más temidos de la historia moderna. 



Intentó lo imposible: ser quien pudiera salvar al peronismo en reiteradas ocasiones, sin que se sepa quién es. Así, en 2018 salvó al kirchnerismo una vez más y le valió la denuncia que lo catapultó nuevamente a los diarios: Carolina Pochetti, ex esposa del difunto secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, explicó con detalle la coima de diez millones de dólares que había recibido el juez para sacarlos de los problemas. El fiscal Carlos Stornelli le había pedido que investigue y congele las cuentas de la familia, pero los liberó de culpa y cargo y los apartó. Otra denuncia en su contra. 



Finalmente, fue Sebastián Casanello, otro juez a servicio del kirchnerismo de forma habitual, el que lo salvó cuando fue denunciado tras un pedido del fiscal Gerardo Pollicita. La UIF y la AFIP kirchnerista no encontraron nada sospechoso y siguió su carrera hasta salvarle la ropa de nuevo con las denuncias de la mina de Rio Turbio, donde eligió salvar a Julio De Vido, aunque ya estaba acorralado y posteriormente pidió su histórica detención. 



Fuente MDZol.


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