La Cámpora busca candidato a presidente y abre el juego al peronismo
Los gobernadores se anotan para disputar el poder y Sergio Massa complica su candidatura. Cristina Fernández de Kirchner buscará recordar la crisis de 2001 y ordenar el peronismo antes de la elección. El factor económico y la ambición de Capitanich.
El Gobierno tiene hoy distintas miradas sobre quién debe encarnar la boleta electoral para competir por los distintos cargos en cinco meses. Alberto Fernández será partícipe de las PASO salvo que se vea superado por otra opción, el peronismo no tiene un candidato definido y hociquea en el interior de norte a sur quién pudiera encabezar, y el Instituto Patria y La Cámpora hacen lo suyo, buscando la síntesis superadora que les permita seguir en el poder y retener Buenos Aires, el objetivo más primordial.
"Buenos Aires hoy está asegurada, veremos cómo sigue, pero si es Diego Santilli ganamos", sintetiza a MDZ un peso pesado del espacio. No tienen prisa, no quieren jugar a perdedor en Nación, pero el mayor éxito es lograr que sea La Cámpora quien gobierne Buenos Aires, no otra persona.
Creen que el diputado larretista, hoy picando en punta en la interna de Juntos por el Cambio, pierde en todos los escenarios con Kicillof. El temor es ver qué pasa si desembarca Javier Iguacel, Diego Valenzuela o Cristian Ritondo, otros de los bendecidos para jugar. "Ya nos sacamos de encima al gordo que era nuestro mayor problema, ahora estamos tranquilos, así ganamos", grafican sobre Jorge Macri, quien logró ser internamente el sucesor de Horacio Rodríguez Larreta en una interna que sube su temperatura por día.
El cristinismo más ortodoxo buscará instalar la idea de que vuelve el 2001 encarnado en Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy esencialmente, quienes fueran ministros de Fernando De la Rúa veinte años atrás. Los valores de desempleo y pobreza serán las cifras que utilizarán para generar el wake up call que aún no encuentran en la opinión pública, donde el Frente de Todos pierde el país en casi todas las encuestas.
Máximo Kirchner teje en silencio la posibilidad de que Martin Insaurralde juegue la Gobernación, pero sólo porque cree que Axel Kiciloff puede ser presidente si el contexto se genera ante la ausencia de líderes nacionales. Dicen que no hay fuego amigo. "El pichichi se sale de la vaina, pero hay que ver si le da la nafta", dicen en el Patria, donde se cocinan las estrategias y se respeta la mirada de Cristina Fernández de Kirchner como un evangelio.
El peronismo no tiene mucho para ofrecer, pero Jorge Milton Capitanich se anotó por las dudas, como siempre. El ex jefe de Gabinete y actual gobernador de Chacho dejó en claro su situación y ambición de cara a lo que viene. Enorme desafío para quien gobierna el Gran Chaco, el lugar más pobre de la Argentina, donde los dirigentes inauguran canillas y los chicos bajan de peso.
Lo cierto es que Sergio Massa está obligado a jugar naturalmente, es parte casi obligatoria de su rol este año, pero en La Cámpora son conscientes de que con caída del poder adquisitivo y cien puntos de inflación, no puede ser candidato, prima la coherencia en el espacio que surgió y vitalizó tras la muerte de Néstor Kirchner.