Economía Internacional

¿Quién le presta a quién? Argentina y los récords de deuda que sorprenden al mundo

El Gobierno argentino activó un swap con Estados Unidos por 20.000 millones de dólares, negociado por Luis Caputo y Scott Bessent. La medida busca estabilizar el mercado cambiario y fortalecer las reservas del Banco Central. Con acuerdos simultáneos con China y el FMI, Argentina acumula un historial récord de endeudamiento y asistencia financiera internacional.

Redacción Nuevo Día
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La activación en tiempo récord del swap con Estados Unidos por US$20.000 millones generó alivio en los mercados y entusiasmo en el Gobierno. El acuerdo, impulsado por el ministro de Economía Luis "Toto" Caputo junto al financista Scott Bessent, se convirtió en el último eslabón de una extensa cadena de operaciones financieras que colocan a la Argentina en una posición única a nivel global.

El jefe de Gabinete Guillermo Francos aseguró este viernes que "no hay motivos para cortar el swap con China", dejando en claro que, pese al acercamiento con Washington, el vínculo financiero con Beijing seguirá vigente. La estrategia económica del Ejecutivo busca sostener liquidez sin importar el color político del prestamista.

Dos swaps, dos potencias y una economía al límite

Argentina es hoy el único país del mundo que mantiene canjes de monedas activos con las dos mayores economías del planeta: China y Estados Unidos. Entre ambos acuerdos, la suma total asciende a casi US$40.000 millones, cifra equivalente a la totalidad del circulante en pesos.

Según un informe de la consultora Biglobal, dirigida por la exsecretaria de Comercio Exterior Marisa Bircher, el swap con China "se consolidó como una de las principales fuentes de respaldo financiero para Argentina, permitiendo pagar importaciones en yuanes, aliviar presiones cambiarias y afrontar compromisos con el FMI".

El informe también advierte que, si el acuerdo con Estados Unidos implicara modificar o reemplazar el swap chino, el costo de esa decisión sería "considerable", no sólo en términos financieros, sino también por la relevancia de China como socio comercial estratégico.

El peso del FMI y los récords que nadie quiere tener

A los swaps con ambas potencias se suma un tercer capítulo en la historia del endeudamiento argentino: el crédito récord de US$57.000 millones con el FMI, otorgado en 2018. Aquel préstamo -el mayor de la historia del Fondo- fue negociado por Nicolás Dujovne y el propio Caputo, entonces presidente del Banco Central.

Desde entonces, Argentina se mantiene como el principal deudor del organismo internacional, con un saldo de US$44.000 millones aún por pagar. El país acumula además 23 programas de asistencia financiera y 9 defaults, cifras que consolidan su reputación como un caso singular en la economía mundial.

El nuevo swap con Estados Unidos promete "evitar más deuda en el futuro", aunque la historia reciente demuestra que los rescates financieros suelen traer alivio momentáneo a costa de un mayor compromiso externo.

El camino de los yuanes y los dólares

El primer swap con China se firmó en 2009 y desde entonces fue renovado y ampliado en varias oportunidades, alcanzando US$18.500 millones equivalentes en yuanes. En 2023 se activó una parte del acuerdo por unos US$5.000 millones, utilizados para pagar importaciones y sostener las reservas.

Aunque debía devolverse en junio de 2024, su vencimiento fue prorrogado hasta 2026. En paralelo, los dólares del Tesoro estadounidense comienzan a llegar a Buenos Aires. Paradójicamente, esos fondos podrían terminar usándose -una vez más- para pagarle a China.

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