Tragedia en Villa Crespo: una carta ensangrentada da un giro a la causa

El miércoles por la noche, una escena de horror sacudió al barrio porteño de Villa Crespo. En el sexto piso del edificio ubicado en Aguirre 295, cuatro integrantes de una familia fueron hallados sin vida, con múltiples puñaladas y en distintos ambientes del departamento. Las víctimas fueron identificadas como Adrián Seltzer, su esposa Laura Leguizamón, y sus hijos adolescentes Ian e Ivo.

En medio del departamento, sobre la mesa del comedor, la Policía encontró una hoja A4 manchada de sangre. Se trataba de una carta con frases sueltas, escritas en una combinación irregular de imprenta y cursiva. El texto, atribuido a Laura Leguizamón, comenzaba con una frase escalofriante: "Todo mal, fue mucho. Los amo. Mal. Perverso", según trascendió en medios nacionales.

Junto al escrito se halló un dibujo con líneas y puntos, que según fuentes de la investigación correspondería al patrón de desbloqueo de un teléfono celular. Este dispositivo fue secuestrado por personal de la Unidad Criminalística Móvil, aunque aún no se ha confirmado a quién pertenecía.

En la escena también fueron secuestradas dos cuchillas Tramontina y una computadora, así como una caja de medicamentos, lo que refuerza la hipótesis de un posible cuadro psiquiátrico no tratado. La empleada doméstica de la familia declaró que Laura había mostrado un comportamiento extraño semanas antes y una hermana confirmó que sufría problemas de salud mental.

Inicialmente se sospechó que el autor de los crímenes era Adrián Seltzer, pero las pericias forenses y las primeras pruebas reorientaron la investigación hacia Laura Leguizamón como posible responsable de la masacre. Su cuerpo fue encontrado en el baño, mientras que Seltzer estaba en la habitación.

La tragedia provocó conmoción no solo por la brutalidad del hecho, sino también por el giro que dio la causa en pocas horas. Para los investigadores, la carta hallada sobre la mesa puede ser determinante para esclarecer los motivos detrás de esta tragedia familiar que aún conmociona a la comunidad porteña.