Tras el desalojo: vuelve la vigilia frente a la casa de Cristina

Este lunes feriado, un grupo de aproximadamente 20 militantes volvió a concentrarse frente al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner en la calle San José al 1111, en el barrio porteño de Constitución. La vigilia, que había sido desarticulada por un operativo de la Policía de la Ciudad en la madrugada del domingo, fue reinstalada por los seguidores de la expresidenta en señal de apoyo tras el reciente fallo de la Corte Suprema que agrava su situación judicial.

Desde el martes anterior, el grupo había instalado un acampe que fue interrumpido por la intervención policial. Sin embargo, la militancia kirchnerista volvió a ocupar la esquina de San José y Humberto 1° pasadas las 8 de la mañana para reafirmar su respaldo en momentos clave: el Tribunal Oral Federal 2 debe decidir si Cristina debe presentarse personalmente en Comodoro Py o si se le notifica por Zoom para otorgarle prisión domiciliaria sin necesidad de que salga a la calle.

El Gobierno nacional, representado en la voz del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó su preferencia por esta última opción. "Los jueces tienen que tomar las medidas que generen la menor convulsión posible. Me parecería lógico que las medidas de notificación se hagan sin que tenga que concurrir a tribunales", afirmó el funcionario en diálogo con A24, y agregó que "no va a generar nada positivo un momento de tensión con movilización de fuerzas federales".

Mientras tanto, desde el Partido Justicialista y sindicatos como ATE, las dos CTA, la UOM, La Bancaria y SMATA, ya se convocaron a marchar este miércoles si Cristina Kirchner es obligada a asistir físicamente a los tribunales. En redes sociales, la exmandataria también anticipó que su presencia en Comodoro Py podría generar una movilización masiva.

En este contexto, el edificio donde reside Cristina Fernández de Kirchner se convirtió nuevamente en un punto de encuentro simbólico para sus seguidores, mientras vecinos de la zona expresaron su malestar por el constante movimiento. El conflicto evidencia, una vez más, la compleja relación entre la política, la justicia y la calle en Argentina.