Un suicidio adolescente por día: preocupación y llamados a reforzar la prevención
En la Argentina ocurre un suicidio adolescente por día y por cada caso consumado hay entre 10 y 20 intentos previos, según datos oficiales.
En el país se registra un suicidio adolescente por día, un dato estremecedor que expone una problemática en aumento y que impacta especialmente en jóvenes menores de 19 años. El Ministerio de Salud informó que por cada muerte hay entre 10 y 20 intentos, mientras que el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad registró 569 internaciones de niñas, niños y adolescentes por riesgo suicida.
Para Alberto Fernández Mateos, de la ONG Hablemos de Suicidio, "son números que impactan, pero que no cuentan la realidad completa. Detrás hay mucha estigmatización y muchas muertes no están identificadas como suicidios".
Especialistas consultados coinciden en que el fenómeno es multicausal y que crece en todo el mundo. La psicóloga Micaela Zappino advirtió que "se nota una tendencia creciente en los cuadros de angustia, ansiedad y desesperanza en adolescentes" y enumeró factores como sufrimiento psíquico, falta de redes, bullying, violencia, conflictos familiares y presión social. También alertó que los adolescentes "están muy expuestos" y que "no hay quien los escuche sin juzgar".
El sociólogo Carlos de Angelis señaló que el acceso ilimitado a información es parte del problema: "Los adolescentes acceden a la misma información y no tienen capacidad de procesarla". Además, remarcó la "soledad digital" que atraviesan muchos jóvenes, aislados pero hiperconectados.
La Sociedad Argentina de Pediatría reveló que el suicidio representa alrededor del 33% de las muertes por causas externas en adolescentes de 15 a 19 años, mientras que Salud enfatiza que la mayoría de los jóvenes presenta signos previos. Entre ellos, Zappino destacó aislamiento, cambios de ánimo, insomnio, frases desesperanzadas y pérdida de interés por actividades habituales. "Lo importante es no minimizar esos dichos ni interpretarlos como llamados de atención, sino como pedidos de ayuda", expresó.
Familias y escuelas cumplen un rol clave. Los expertos recomiendan acompañamiento cercano, apertura al diálogo y derivación profesional inmediata. "Las familias pueden acompañar regulando los tiempos frente a las pantallas, conversando sobre lo que ven e interesándose por lo que sienten", dijo Zappino, mientras que el psicólogo Miguel Espeche subrayó que es fundamental "promover el deseo de vivir más que evitar el deseo de morir".
La situación se vuelve aún más dramática cuando se observan casos recientes que evidencian la vulnerabilidad adolescente en entornos digitales y escolares, donde la exposición, la presión estética, el ciberbullying y la viralización de contenido íntimo se convirtieron en factores de riesgo cada vez más frecuentes.
Ante cualquier señal de alarma, existen dispositivos gratuitos de ayuda como el 135 (Centro de Asistencia al Suicida), el0800-999-0091 (Hospital Bonaparte) y otras líneas de atención en salud mental que funcionan en todo el país.

