Vuelve a despegar el Pampa III: contrato millonario y mantenimiento de aviones Hércules
La Fuerza Aérea Argentina y FAdeA firmaron un contrato por 112 millones de dólares para fabricar y modernizar aviones Pampa III y realizar el mantenimiento de tres Hércules C-130. El acuerdo implica la reactivación de la planta cordobesa, que se encontraba paralizada, y la apuesta por consolidar la producción nacional de aeronaves militares.
La industria aeronáutica nacional vuelve a tomar vuelo. La Fuerza Aérea Argentina (FAA) y la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) firmaron un contrato por 112 millones de dólares para fabricar tres nuevos aviones Pampa III y modernizar otros tres modelos antiguos, además de realizar el mantenimiento de tres Hércules C-130 fundamentales para la campaña antártica.
El acuerdo, que se concretó en el Edificio Cóndor, fue rubricado por el brigadier Gustavo Valverde, jefe de la FAA, y Julio Manco, presidente de FAdeA. El convenio llega en un momento crítico para la fábrica cordobesa, que atravesaba una fuerte parálisis productiva y problemas financieros, con su personal percibiendo sueldos parciales y proveedores en situación de deuda.
El contrato contempla un desembolso inicial del 30% destinado a la adquisición de insumos y repuestos, aunque desde la fuerza aérea se especula con que el porcentaje real podría ser inferior, debido a gestiones internas y dilaciones administrativas. La homologación del contrato, clasificado como "secreto", aún debe pasar por varios niveles del Ministerio de Defensa y la Jefatura de Gabinete, lo que podría demorar su aplicación efectiva por más de un mes.
Una de las principales novedades es que se trata de un contrato plurianual por tres años, lo que permite proyectar una planificación más estable y garantizar la continuidad de la línea de producción. Esto también genera expectativa en mercados internacionales, como Perú y México, interesados en posibles coproducciones del IA-63 Pampa III Bloque II, el modelo más moderno del entrenador militar argentino.
El acuerdo también refuerza la importancia estratégica del Pampa III dentro de la defensa nacional, al ser considerado una plataforma clave para la transición de pilotos hacia los F-16 adquiridos a Dinamarca. Con más de 20 unidades en dotación y un costo estimado de 500 millones de dólares, la continuidad del programa es vista como esencial tanto para la capacitación como para la proyección industrial del país.
El contrato firmado no sólo permite reactivar una fábrica clave para la soberanía tecnológica, sino que también reimpulsa un modelo de desarrollo con potencial de exportación regional. El Pampa III, con sus estándares de bajo costo operativo y capacidad para misiones de entrenamiento y ataque liviano, vuelve a posicionarse como un pilar de la industria militar argentina.
