Ya son 48 las muertes por fentanilo contaminado en el país
El Boletín Epidemiológico Nacional confirmó 48 muertes por la administración de fentanilo contaminado. Las víctimas, en su mayoría hombres mayores de 70 años, recibieron el medicamento durante internaciones previas. La investigación apunta a los laboratorios Pharma Group S.A. y Ramallo S.A.
La cifra de fallecidos por la administración de fentanilo contaminado en hospitales del país ascendió a 48, según informó el último Boletín Epidemiológico Nacional. El informe señala que 11 de los 19 establecimientos que notificaron casos confirmaron muertes, lo que evidencia la gravedad del brote sanitario.
Las víctimas, en su mayoría hombres mayores de 70 años, habían recibido el medicamento durante intervenciones clínicas mientras estaban internadas por otras patologías. El producto implicado es FENTANILO HLB / FENTANILO (CITRATO), administrado entre noviembre de 2024 y el 15 de mayo de este año.
El Hospital Italiano de La Plata fue la primera institución médica en alertar sobre el vínculo entre el medicamento y los decesos. La entidad, hoy querellante en la causa, comprobó tras un análisis que el lote de fentanilo recibido estaba contaminado con bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica.
La investigación judicial apunta a determinar las responsabilidades de los laboratorios Pharma Group S.A. y Ramallo S.A., vinculados a la elaboración y distribución del fármaco que provocó el brote de infecciones invasivas.
Las autoridades sanitarias pusieron en marcha un protocolo de vigilancia estricta: todo caso sospechoso debe notificarse de manera inmediata y nominal al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. El objetivo es detectar brotes precozmente y analizar los eventos asociados a productos farmacológicos contaminados.
Desde el Ministerio de Salud remarcaron la importancia de que las instituciones del sistema público, privado y de la seguridad social estén alertas ante posibles nuevos casos. La situación mantiene en vilo a las autoridades sanitarias por la peligrosidad del medicamento y la rapidez con la que se propagaron las consecuencias.