Mundial de México 1986: la final que El Calafate no vio

Una curiosa anécdota, de esa localidad, rodea la final de fútbol en la que Argentina se consagró campeón emocionó un 29 de junio a todo un país. Recuerdos del pasado reciente en la Patagonia, a 34 años del emocionante evento deportivo.

El 29 de junio de 1986, es una de las fechas más importantes para la historia del fútbol argentino. Ese día en México, la selección nacional de fútbol obtuvo su segundo (y hasta ahora) último mundial. El equipo, en el que se destacaba su capitán Diego Maradona, venció 3 a 2 a Alemania y levantó el trofeo ante lso ojos del mundo.



A lo largo de todo el país, hace ya 34 años, millones de hinchas podían ver en vivo y en directo el triunfo histórico de la albiceleste.  En casi todos los rincones, porque hubo lugares que no lo vieron: uno de ellos fue El Calafate.



Lejos de ser el destino turístico internacional por excelencia de hoy.  El Calafate de 1986 no llegaba, según los números del censo a los 3 mil habitantes estables. Tiempos de gobierno de Luis del Carmen Muñoz, el primer intendente electo en democracia.



El glaciar Perito Moreno, el principal atractivo de la zona ya había sido declarado patrimonio de la humanidad,  pero en cuanto al desarrollo urbano y de infraestructura no había alanzado el desarrollo que posteriormente tendría.



Tiempos donde el fútbol se escuchaba por LU 23 retransmitiendo a Radio Nacional y después se veían los goles por la noche en fútbol de Primera. Y por qué no , juntarse a mirarlo en lugares como el salón del viejo Hotel Avenida. 



Había una  acotada conexión tecnológica , algo que era una norma general de los pueblos de la Patagonia en los años ’80.  Con internet aún ausente, el mundo de las comunicaciones se movía a través de las imágenes satélitales y la radio tenía un papel preponderante.





Sentarse a ver el Mundial por televisión



1986 aparecía como un año mundialista, con todo lo que eso conlleva para los apasionados del futbol en Argentina. Y si bien el primer mundial que pudo verse en televisión a color fue el de 1978, en El Calafate la adquisición masiva de los aparatos pudo verse con este evento. Iba a ser la primera vez que en la localidad, on la lelgada de la TV iban a poder ver el mundial en vivo y en directo. 



Varias familias conseguían su flamante televisor “technicolor” para ver el Mundial en locales del centro de la ciudad como Casa Berberena.  Si bien no había televisión por cable, la señal de Canal 9 provincial retransmitía los partidos que llegaban al país vía satélite.



“Diego Armando Maradona es el mejor jugador que he visto, pero recuerdo a todos los jugadores, fue una gran selección. En los 80 veníamos de la Guerra de Malvinas y el regreso de la democracia. Ese mundial no unió y nos cobijó.No me olvido la imagen del presidente Raúl Alfonín recibiendo en Casa Rosada a los campeones", recuerda Mauricio Cherbukov, presidente del Club Lago Argentino, un histórico dirigente del deporte  y que también fuie testigo de cómo se vivió esa copa en la localidad. 



Solo unos pocos optimistas esperaban una campaña tan buena para la selección en el aquel mundial, ya que en la previa había tenido un mal desempeño. Pero con el correr de los partido el equipo sorprendió y empezó a ilusionar dejando en el camino a equipos como Uruguay o Inglaterra, con la mágica tarde los goles de Maradona.  Las imágenes llegaban en directo, a cada rincón, entre ellos la villa turística.



Hasta que llegó la gran final el 29 de junio de 1986. El Rival: la poderosa Alemania.



Nadie quería perderse en ningún rincón del país, y El Calafate no era la excepción. Sin embargo ocurrió un imprevisto: se cortó la señal de la radio y la televisión nacionales y no hubo forma de arreglar el problema.



Toda la comunicación con el mundo exterior dependía de una sola antena parabólica que tuvo desperfectos, dejando a los vecinos sin la final del Mundial.



Así lo recuerda, en diálogo con El Diario Nuevo Día,  Adrían Ribas, conductor del recordado programa radial “Heterogéneos” que se emitía por los 2000 y en dónde relató la anécdota en alguna ocasión.  Hoy desde Ushuaia maneja su proyecto de radio online "Yo Argentino". En ese entonces tenía 12 años y como todos los chicos y grandes del pueblo esperaba el gran partido. 



“En ese momento LU 23 recibía la señal desde la estación terrena, con una parabólica enorme,  que quedaba cerca del cuartel de Bomberos. Ahí llegaba la señal de la televisión y Radio nacional. Cuando se cortó la señal desde ahí no teníamos radio ni televisión”, relata  sobre los motivos técnicos de aquel histórico inconveniente.



“Era un domingo espectacular, de mucho sol en El Calafate. Y  ese día se corta la señal de la televisión. Todo el pueblo estaba pendiente y ese día quedamos muy enojados porque justo nos pasaba eso”, recuerda por otra parte Cherbukov sobre el fastidio. 



El final y os festejos





¿Cómo siguió entonces la gente ese partido si no había forma de enterarse?  Con radio nacional y la televisión cortadas. La solución llegó de la mano de la radio, pero no de la manera esperada.  Algo que muchos riogalleguenses podrían relacionarlo, en otra época, con Argentina- Bélgica de 2014, cuando un corte de luz general en medio del partido dejó a la ciudad sin noticias.



“Terminamos escuchando la final de la opa del mundo pero con la radio de Río Turbio. La escuchamos muy mal en el equipo del auto”, dice sobre algo a lo que varios vecinos tuvieron que apelar, oyendo los relatos con mucha interferencia y tratando de adivinar como la se definía el partido que Argentina terminó ganando, de manera sufrida, por 3 a 2.  Días después finalmente se verían las imágenes de los goles por el canal local, pero no ya en vivo.



Terminado el partido, y habiendo confirmado el resultado con gente de otras localidades, finalmente hubo festejo .



“Yo había hecho la promesa de que en ese momento de que si Argentina salía campeón iba a dar la vuelta a la avenida, que no era tan grande como ahora. Di una vuelta completa trotando, esa era mi cábala. Cuando terminamos de cantar y festejar nos fuimos todos al Club Lago Argentino, que su conserje era Raúl Gallardo y pudimos disfrutarlo con alegría. Luego más tarde hicimos un fogón con amigos festejando hasta muy tarde". 



“La caravana fue épica, estaba todo el pueblo dando vueltas en la Avenida del Libertador. Fue inolvidable” rsume Adrián.



Así se vivió, de manera accidentada esa jornada. Quedan las anécdotas de la final de México 1986, la final que no se vío en El Calafate.



(El Diario Nuevo Día)


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