La CAME advirtió que proliferó la venta ilegal en El Calafate y que solo en seis localidades de Santa Cruz no hay “saladitas”

En un extenso  informe en el que detallaron   todos los puestos de venta ilegal  del país en las localidades de Argentina,  la CAME - Confederación Argentina de la mediana Empresa,  confeccionó  una lista de la “Argentina ilegal”  , el cual  fue efectuado entre el 1º y el 26 de junio de 2014, en 406 ciudades de las 24 jurisdicciones, para monitorear la evolución de la venta ilegal, tanto de vendedores fijos en la vía pública como en aquellos predios que, siguiendo el modelo “La Salada”, continúan instalándose por doquier y compitiendo deslealmente con el comercio minorista.

La CAME  señaló  que la menor actividad económica, el menor poder adquisitivo de la población y el Mundial de Fútbol dispararon la venta ilegal en todo el país. Durante el mes de junio-expresó- se detectaron un total de 56.785 vendedores ilegales en 406 ciudades relevadas de la Argentina, con ventas mensuales por 2.227 millones de pesos. 

No obstante, uno de los datos más ilustrativos del crecimiento explosivo que tuvo la ilegalidad en los últimos seis meses es que en 119 de las 406 ciudades recorridas se encontraron una cifra récord de 539 “Saladitas”, 17 más que las encontradas a principio de año en un muestreo que cubrió 378 localidades. 

En este punto, en su análisis se desprendió que  solo seis localidades de Santa Cruz no cuentan con “saladitas”. Estas son: El Calafate, Chaltén, Las Heras, Caleta Olivia, Rio Turbio y San Julián. 

Por el  contrario  en Puerto Deseado existen  un puesto  ilegal de venta cada 665 habitantes (puesto Nº 60 );  y  Rio Gallegos  casi al final de la lista con  un puesto ilegal cada  2.752 habitantes (puesto Nº 110). 

En un apartado especial, la CAME señaló que en el caso de la venta ilegal  en El Calafate “ abunda la venta de ropa vía Internet, de DVD y CD truchos en las puertas del supermercado de la ciudad, y proliferó la venta de alimentos en casas particulares sin ningún control. Los comercios de la ciudad están preocupados por el creciente comercio en redes sociales y la falta de instrumentos para combatirlo”. (El Diario Nuevo Día).