Lo hieren de un balazo y persiguió a sus agresores a los tiros en busca de venganza

La historia del muchacho que fue baleado en una de sus piernas no terminó en el Hospital. Apenas salió del mismo, en donde le realizaron las curaciones, volvió a la zona donde fue atacado para tomar venganza.


De acuerdo a los primeros datos extraoficiales, los policías de la Seccional Tercera recibieron un llamado de vecinos aterrados por la cantidad de detonaciones de armas de fuego que se escuchaba desde las calles, a las 05:00 de la mañana. 


El patrullero fue hasta el lugar, y en momento en que ingresaba por ruta nacional 3, hacia la calle Pocha Juárez del barrio 17 de Octubre, un auto Astra (color negro) circulaba a toda velocidad proveniente de calle Corrientes. Por detrás de ese vehículo venía persiguiéndolo un Chevrolet Corsa. Ambos autos siguieron por la calle Pocha Juárez un par de cuadras más y doblaron por calle Río Grande, y de allí otra vez viraron, por calle Julio Carpio, haciendo un rodeo por todo el barrio 17 de Octubre, y disparándose entre sí.


Al percatarse de la presencia del patrullero, los pistoleros de ambos vehículos emprenden la huida. Ya en la zona del barrio Miramar, por calle Matheu, otra unidad policial, del Comando Radioeléctrico en este caso, interceptaron al vehículo perseguidor, el Corsa;  mientras que el Astra logró fugarse con rumbo desconocido. 


En momentos en que el Corsa fue “encerrado” por los móviles policiales, el conductor del Corsa hizo marcha atrás con intenciones de escapar, pero chocó contra el móvil policial 655, causándole daños importantes en la carrocería.


Los policías actuaron rápidamente para detener a los ocupantes del vehículo. Eran cuatro muchachos, mayores de edad, y uno de ellos fue el que lo habían baleado cerca de la una de la madrugada. Tenía todavía la venda que pocas horas antes le habían colocado en el Hospital. 


También, los uniformados encontraron cerca del auto un arma de fuego tipo “tumbera”, que habían armado sobre la empuñadora de una pistola semiautomática. 


Por todo esto, se iniciaron las actuaciones judiciales, con intervención del juez de Instrucción 1 local, Mario Albarrán.


Se detuvieron a los cuatro individuos; los alojaron en la Comisaría Tercera en  carácter de “incomunicados”. Además se secuestró el arma mencionada y el Chevrolet Corsa. 


A las 6 horas, cumplidos los plazos legales, los jóvenes recuperaron la libertad, estableciendo domicilio. (La Vanguardia del Sur)

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