Tras su liberación, Vidal criticó a “los caranchos que quisieron apoderarse del gremio” petrolero
El secretario general del Sindicato Petrolero Santa Cruz, Claudio Vidal, dijo que no guardaba resentimiento al juez de instrucción de Las Heras, Eduardo Quelín, quien lo mantuvo preso 13 días, pero se vio obligado a dejarlo en libertad por “falta de mérito”.
Claudio Vidal y el resto de los detenidos en
diferentes dependencias policiales fueron liberados a media tarde del jueves, a
pesar de que el magistrado disponía hasta mañana para resolver las situaciones
procesales de todos ellos.
De todos modos, es probable que haya adelantado
su resolución para no dejar lugar a lo que iba a resolver el juez de Recursos,
Miguel Meyer, quien –de acuerdo a lo que señalaron a Diario Patagónico fuentes
de extrema confianza- en principio preveía hacer caer la causa por "asociación
ilícita” y luego dictaría la libertad para todos los detenidos.
Por otro lado uno de los abogados del gremio,
Leopoldo Puricelli, explicó que de acuerdo a términos legales, la causa tiene
plazo de un año para caerse, por lo cual se requerirá que se aceleren los
tiempos.
Además, no descartó que se inicien acciones
legales contra el propio Quelín, pero ello dependerá de lo que decida la comisión
directiva del sindicato.
Cuando el jueves salió de la alcaidía policial
de esta ciudad, Vidal era aguardado por una ruidosa manifestación de
trabajadores petroleros y familiares y recién ayer por la tarde convocó a una
conferencia de prensa junto al abogado Puricelli, al secretario adjunto Rubén
Uribe y a otros miembros de comisión directiva, incluyendo al responsable de la
seccional Las Heras que estuvo detenido en la alcaidía de Pico Truncado, Rafael
Huenchenen.
Los rostros de todos ellos ya estaban relajados
luego de los días de tensión que comenzaron el jueves 9 de abril, cuando se
produjo el enfrentamiento a balazos frente al edificio local del gremio, en el
que murió un obrero afiliado a la UOCRA y otro resultó gravemente herido.
UNA MUERTE QUE SE
PODRIA HABER EVITADO
Las primeras palabras del secretario general
fueron de agradecimiento para afiliados, miembros de comisión directiva y
referentes de distintas instituciones, entre ellos los máximos dirigentes del
Sindicato Petrolero Chubut, Jorge Ávila, y de la Asociación Personal
Jerárquico, José Llugdar, quienes "en momentos muy difíciles nos apoyaron”.
Al mismo tiempo criticó a "los caranchos” que
quisieron aprovechar esta circunstancia para volver a "apoderarse del gremio” y
aunque no los mencionó puntualmente, se refería entre otros a los dirigentes de
la Federación que lidera Alberto Roberti, un aliado de Sergio Massa a nivel
nacional.
De todos modos, evaluó que más allá de los
difíciles momentos que soportó junto con otros compañeros estando preso por una
causa distinta a los incidentes ocurridos frente al edificio gremial, "lo más
triste que pasó fue la muerte del obrero Reynaldo Vargas”, indicando que ello
se podría haber evitado si nos hubiesen escuchado por las denuncias que
habíamos hecho con anterioridad”.
"NO SOY UN
JEFE MAFIOSO”
En otro pasaje de sus declaraciones, Vidal
admitió que él tenía un arma de fuego desde hace tiempo ya que la utilizaba
para salir a cazar, "como cualquier otro patagónico”, y que además la tenía
registrada.
"Pero yo no la utilizo para andar matando gente
y eso que quede claro. Tampoco soy un jefe mafioso, que es el título que me
atribuyeron algunos medios irresponsables que trabajan para destruir Santa
Cruz”, afirmó.
Precisó además que el dinero que se le incautó
cuando la policía allanó su departamento en el edificio Guttero era una suma de
40 mil pesos de caja chica que le había dejado el tesorero del gremio, y "eso
no es un pecado”. Negó terminantemente que hubieran sido 500 mil dólares.
Por otra parte comentó que resultaba "extraño y
dudoso” que por las dos causas que instruyeron dos jueces (Mario Albarrán y
Eduardo Quelín) se haya detenido a medio centenar de referentes de un mismo
gremio.
"Pareciera que todo se trató de una interna
entre petroleros, ya que no se detuvo a nadie del otro sector (UOCRA) que vino
a agredir y tratar de tomar nuestra sede”, señaló.
Respondiendo a otra consulta, indicó que no
guardaba resentimiento al juez que le imputó un grave delito y que en todo caso
ello le daba mayor fuerza para seguir trabajando a favor de los afiliados y de
la comunidad. "Yo tengo la conciencia tranquila y creo que se va a caer la
causa de manera definitiva en los próximos días”, acotó.
QUIERE VERSE
CON PERALTA
Más adelante se le preguntó si creía que hubo
alguna injerencia del gobernador Daniel Peralta en la justicia para que ésta
ordenara 25 allanamientos. Al respecto dijo que en principio quería "hablar con
muchos políticos y también con el gobernador. Quiero que hablemos cara a cara
porque hay muchas cosas que no entiendo, o puede ser que no haya tenido en
cuenta algunas situaciones”.
En ese sentido reveló que posiblemente haya
gente enojada porque él rechazó ofrecimientos de postulaciones electorales, ya
que "no estoy preparado para asumir ninguna candidatura y por ahora estoy
aprendiendo a sacar un gremio adelante. No voy a dar nombres porque hubo
conversaciones que deben quedar en el olvido”.
Fuente El Patagonico