SAMIC sin pediatras: una bebé grave y un sistema que no da más
Una emergencia médica con una bebé de un año expuso nuevamente las graves falencias en el servicio de Pediatría del hospital SAMIC. Por falta de cobertura en la guardia, una profesional debió continuar su turno durante 18 horas. El caso, que derivó en una derivación a Río Gallegos, refleja el agotamiento del personal y la desorganización que arrastra el sector desde hace años.
Una pediatra del hospital SAMIC de El Calafate tuvo que extender su jornada a 18 horas tras una emergencia crítica con una bebé de un año que ingresó con un cuadro de convulsiones severas. La menor fue intubada e internada de urgencia antes de ser derivada a Río Gallegos durante la madrugada. El episodio dejó al descubierto, una vez más, la preocupante situación del servicio de Pediatría.
La profesional estaba finalizando su turno a las 20:00 cuando llegó la urgencia. El problema: el turno siguiente no estaba cubierto. Solo minutos antes se había designado a una pediatra itinerante, quien iba a quedarse sola toda la noche. Pero la gravedad del caso obligó a que la médica que se retiraba permaneciera en el hospital hasta las 4 de la mañana, completando una jornada maratónica e irregular.
"Uno solo no puede encargarse de todos los pacientes internados, atender urgencias y además la consulta general. Así no se puede brindar una atención de calidad", explicó a Señal Calafate una integrante del servicio, quien además recordó que por reglamento no pueden exceder las 12 horas de guardia.
Durante el operativo, la bebé fue sedada, conectada a un respirador y luego derivada a Río Gallegos "en condiciones no ideales, aunque actualmente se encuentra estable", indicaron. La intervención fue posible gracias al compromiso de otras pediatras, quienes se acercaron fuera de horario. "Nos convertimos en terapistas porque no hay terapia intensiva infantil, en un hospital que se supone es de alta complejidad", resumió otra médica del equipo.
La situación, lejos de ser aislada, lleva años sin resolverse. Falta personal, sobran sobrecargas y ni siquiera se ha logrado designar a un jefe del servicio. Pese a las reuniones semanales con autoridades y la búsqueda infructuosa de nuevos profesionales, el panorama sigue empeorando. En las últimas semanas, varias guardias quedaron cubiertas con un solo pediatra, o bien con cobertura pasiva.
El malestar en el servicio es creciente. Las médicas insisten en que no se trata solo de reclamar recursos, sino de visibilizar un sistema al límite. "Lo que pasó podría haber terminado peor. ¿Qué habría ocurrido si la bebé llegaba 10 minutos más tarde, cuando no había nadie?", se preguntan con preocupación.
La pregunta no es retórica. Es un llamado de alerta urgente a las autoridades de salud provincial y nacional. (Fuente: Señal Calafate)