A 14 años de la tragedia aérea que enlutó Comodoro: reabren la causa
El 18 de mayo de 2011, un avión de Sol Líneas Aéreas se estrelló en la meseta rionegrina cuando volaba desde Neuquén a Comodoro Rivadavia. Murieron 22 personas, entre ellas un bebé y vecinos de Santa Cruz. A 14 años del hecho, la Justicia reabrió la causa y procesó a exdirectivos por haber autorizado el vuelo de una aeronave no apta para volar.
La noche del 18 de mayo de 2011, el vuelo 5428 de Sol Líneas Aéreas cayó en la zona de Caltrauna, Río Negro, con 22 personas a bordo. Había partido desde Neuquén rumbo a Comodoro Rivadavia y transportaba pasajeros de varias provincias, incluyendo a santacruceños y vecinos de Comodoro. No hubo sobrevivientes. Entre las víctimas se encontraban un bebé y su madre, esposa de un funcionario de Santa Cruz; un gerente del Banco Credicoop; y el docente universitario Eduardo Musacchio, quien había sufrido la pérdida de su hijo dos años antes.
La tragedia se produjo por un engelamiento severo que afectó la aeronave Saab 340. La Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) concluyó que el hielo acumulado desactivó los motores y provocó la caída. La caja negra reveló las desesperadas conversaciones de los pilotos, Juan Raffo y Adriano Bolatti, al detectar la formación de hielo y advertir sobre fallas estructurales. "¿Por qué te creés que se cae tanto este avión?", expresó Bolatti, cuestionando la aptitud del modelo para esa ruta.
Durante años, la causa judicial avanzó con lentitud. En 2015 se estableció que la nave volaba sin cumplir inspecciones obligatorias en sus hélices. A pesar de esto, los directivos de la empresa fueron sobreseídos en 2019. La Cámara Federal revocó ese fallo y en 2023 ordenó investigar nuevamente, ya no por estrago culposo, sino por poner en peligro la seguridad aeronáutica. En febrero de este año, la justicia federal de Bariloche procesó a 11 exdirectivos de Sol S.A., incluyendo al expresidente Horacio Angeli, acusándolos de permitir un vuelo con múltiples irregularidades.
"El avión no se encontraba aeronavegable", sostuvo el juez subrogante Gustavo Villanueva. Detalló que no contaba con el sistema de comunicación requerido, no se realizó un informe meteorológico actualizado, y los pilotos no tenían las capacitaciones exigidas. También se permitió despegar con un peso superior al autorizado y sin respetar directivas de mantenimiento.
La Fiscalía se había retirado del caso años atrás, al considerar que los responsables eran únicamente los pilotos. Sin embargo, la querella de familiares mantuvo viva la investigación. Los nuevos peritajes confirmaron que la tripulación enfrentó una emergencia sin los recursos ni el entrenamiento adecuados. La aeronave ingresó en pérdida de sustentación por baja velocidad y acumulación de hielo, sin que se aplicaran maniobras correctivas efectivas.
Entre los procesados hay gerentes de mantenimiento, instructores, técnicos y el despachante del vuelo. A todos se los acusa de haber contribuido a un desastre aéreo con resultado fatal. El delito contempla penas de 10 a 25 años de prisión. El fallo aún puede ser apelado por las defensas.
A 14 años de la peor tragedia aérea en la región, los familiares siguen esperando justicia. La causa, que estuvo al borde de prescribir, hoy recobra fuerza con nuevas pruebas, imputaciones y una mirada renovada sobre la responsabilidad empresarial detrás del siniestro.