Azul, la estatal trans que desapareció hace casi dos semanas en la Patagonia: celular apagado y dónde fue vista por última vez
A más de una semana de la desaparición de Azul Mía Natasha Semeñenko, trabajadora estatal de 49 años de la dirección provincial de Protección Integral de las Violencias en Neuquén, continúa la búsqueda con operativos judiciales y reclamos públicos
La desaparición de Azul Mía Natasha Semeñenko, trabajadora de la dirección provincial de Protección Integral de las Violencias, mantiene en vilo a la comunidad neuquina. La mujer, de 49 años, no se presentó a trabajar desde el 25 de septiembre, día en que fue vista por última vez en el hospital Castro Rendón. Desde entonces, no hay rastros de ella y su teléfono permanece apagado.
Compañeras de trabajo, militantes feministas y familiares realizaron este viernes una intervención callejera frente a su lugar de trabajo, en las calles Sarmiento y Don Bosco, donde exigieron su aparición y visibilizaron el reclamo. "Azul es una persona muy responsable. Jamás faltaba sin avisar. Por eso supimos enseguida que algo no estaba bien", contó la psicóloga Evangelina González, compañera de oficina.
La investigación judicial y las medidas en curso
El fiscal Andrés Azar lleva adelante la investigación y dispuso entrevistas a allegados, revisión de registros médicos y pericias en un inquilinato del barrio Confluencia, donde Azul vivía desde hacía poco tiempo. En el lugar se encontraron sus pertenencias personales y sus animales domésticos, lo que generó aún mayor preocupación.
Aunque no se hallaron signos de violencia, las compañeras de trabajo insistieron en que Azul "jamás hubiera dejado abandonadas a sus mascotas". Los protocolos de búsqueda ya fueron activados y, hasta el momento, se descartó que esté internada o haya salido de la provincia.
El pedido de su familia y la solidaridad de sus compañeras
Su hermano Marcos Semeñenko participó de la manifestación y pidió públicamente por su aparición: "Estamos muy preocupados, sobre todo mi mamá, que tiene 70 años. Queremos que la Justicia y la policía agoten todas las instancias".
Desde el organismo provincial donde trabajaba Azul destacaron su compromiso y responsabilidad: "Ella era una trabajadora constante, querida por todas. Su ausencia nos duele y nos asusta".
Quienes participaron de la movilización remarcaron que la única manera de que Azul aparezca es manteniendo activo su nombre y la búsqueda en los medios y redes sociales.
Cualquier persona que pueda aportar información sobre su paradero puede comunicarse de forma anónima al 101, disponible las 24 horas.
"Somos muchas voces pidiendo por ella. Cada día que pasa sin noticias aumenta la angustia, pero seguimos buscando porque no nos da lo mismo que falte", expresaron sus compañeras.(LMN)