Denominación de Origen: la cereza de Los Antiguos busca posicionarse en el mundo

La localidad de Los Antiguos continúa consolidando su perfil productivo con la cereza como símbolo de identidad y desarrollo económico. En un reciente encuentro entre autoridades locales y provinciales, se avanzó en la implementación del Protocolo de Denominación de Origen "Cerezas de Los Antiguos", una herramienta que busca posicionar al fruto como emblema de calidad en los mercados nacionales e internacionales.

El Secretario de Desarrollo Productivo local, Fabio Jomñuk, recibió al presidente del Consejo Agrario Provincial, Adrián Suárez, y al subsecretario de Industria de Santa Cruz, Alan Fernández, en una jornada de trabajo enfocada en potenciar la producción local desde una mirada integral. La iniciativa cuenta con el impulso de la AER INTA Los Antiguos y el acompañamiento activo de los productores de la zona.

"El protocolo de denominación no sólo reconoce la calidad de nuestra fruta, sino que también jerarquiza el trabajo del productor y refuerza nuestra marca territorial", indicaron desde el municipio. Este paso permitiría no solo proteger la autenticidad del producto, sino también abrir nuevas oportunidades de comercialización y exportación, alineadas con los estándares más exigentes.

Durante el encuentro también se abordaron temas clave como las alternativas de financiamiento, estrategias comerciales para la próxima temporada, requisitos sanitarios, mejora logística y reducción de costos. Además, se trataron proyectos vinculados a la producción forrajera y el uso de semillas adaptadas, en un marco de desarrollo sustentable que incluye la preservación de áreas arqueológicas.

La intendenta Zulma Neira remarcó: "Los dos ejes estratégicos del desarrollo económico de Los Antiguos están vinculados a su actividad agrícola y a su vocación turística. Fortalecer estas áreas es fortalecer el entramado social de la localidad".

La articulación entre el municipio, el gobierno provincial y las instituciones técnicas como el INTA evidencia una clara apuesta por un modelo productivo con identidad local, que genere arraigo, empleo y proyección a futuro. La cereza, ya consolidada como fruta insignia, se transforma así en el motor de un modelo de desarrollo que, apuesta por el valor agregado, la calidad y el posicionamiento en el mercado global.