El abuelo del terror: lo condenaron por abusar de tres bisnietas

El juez Lucas Lizzi, a cargo del Juzgado de Ejecución Penal N° 8 de Cipolletti, resolvió otorgar prisión domiciliaria a un hombre de 84 años condenado a cuatro años de prisión por el abuso sexual de tres de sus bisnietas. Los hechos ocurrieron en el barrio de las 1200 Viviendas de esa ciudad rionegrina y consistieron en tocamientos a las menores, según se acreditó en el proceso judicial.

La decisión judicial se basó en la avanzada edad del condenado, su estado de salud y las condiciones inadecuadas de detención que enfrentaba en la comisaría donde se encontraba alojado. Se cuestionó que en la unidad había un solo baño con tres calabozos con múltiples detenidos, e incluso se resaltó que la hija tuvo que llevar un colchón y el hombre dormía en el piso, según se expuso en la sentencia judicial. Tampoco se atendía en forma adecuada diversas problemáticas de salud.

Durante la audiencia, celebrada por videoconferencia, se analizaron informes médicos y sociales que detallaron su situación.

La defensa del hombre argumentó que su cliente, nacido en 1940, cumplió con los requisitos establecidos en la Ley 24.660 y el Código Penal para acceder al beneficio de prisión domiciliaria, y destacó que el estado de salud del condenado se había agravado debido a las condiciones. de hacinamiento y falta atención de médica adecuada en la comisaría.

CON MONITOREO ELECTRÓNICO

Por su parte, el fiscal coincidió en que estaban dadas las condiciones legales para el régimen de prisión domiciliaria, pero solicitó que se implementara un monitoreo electrónico mediante un dispositivo GPS y que se adoptara para evitar cualquier contacto con las víctimas.

Durante la audiencia, la madre de las menores expresó que no objetaría el beneficio, aunque solicitó que se garantizara la protección de sus hijas, quienes aún son menores de edad.

En su resolución, el juez Lizzi subrayó que la avanzada edad del imputado constituye una causal objetiva para otorgar la prisión domiciliaria. También pareció que las condiciones de detención vulneraban los derechos básicos del condenado, quien dependía de su familia para acceder a medicamentos y otros cuidados esenciales.

El fallo establece que el condenado cumplirá el resto de su pena en un domicilio de Cipolletti, bajo monitoreo electrónico y con estrictas restricciones. Entre las medidas dispuestas, se prohíbe que el hombre tenga contacto con las víctimas y se limita la presencia de menores en el lugar de detención.

La prisión domiciliaria se extenderá hasta noviembre de 2028, fecha en la que se agotará la pena, siempre que el imputado cumpla con las condiciones impuestas. El juez también ordenó notificar a Migraciones para iniciar el trámite de extrañamiento del condenado, quien no posee la nacionalidad argentina.