El Calafate: domos con vista al glaciar en una estancia de pioneros

"Mi bisabuelo se llamaba Enrique Juan Schroeder, nació en Bremer, Alemania, y era comerciante de lana. En 1890 vino por negocios y se quedó. Encontró una oportunidad en 1904 cuando le ofrecieron poblar la zona de laguna Cifre, cerca de Río Gallegos, la capital de Santa Cruz", rememora Stefen Schroeder, mientras guía un trekking por Estancia Dos Lagos, en los alrededores de Pristine El Calafate Luxury Camp. "No tenía plata para comprar las tierras, entonces le ofrecieron pagarla en cuotas. Eso hizo. Le fue muy bien gracias a la cría de ovejas y la producción de lana", agrega el bisnieto de aquel Schroeder pionero que tuvo un hijo, Germán, que siguió con el negocio.

Los domos están decorados con materiales nobles.
Jade Sívori

"Él sí que era todo un estanciero. Recuerdo bien a mi abuelo, aunque murió cuando yo tenía 8 años. Sin querer, resultó un visionario. Porque en 1984 vendió aquella estancia en Río Gallegos y compró acá. Esto era una zona de chacras con frutales que estaba totalmente inundada por el cierre del glaciar", detalla sobre el fenómeno que se da cada tanto, cuando el Perito Moreno crece tanto que choca con la península Magallanes, corta el paso de agua y eleva el caudal del brazo Rico del lago Argentino. "Aquí estaban los Bárcena, que habían comprado varias chacras. En lo que era la chacra 4 hoy está el casco de Estancia Dos Lagos; en la chacra 5 están los domos; y la 6 siempre fue para trabajo con ovejas. Además, tenemos ganado vacuno, que es nuestra principal fuente de ingreso", detalla Stefen -hijo de Ricardo- sobre el establecimiento de su familia, que tiene 1.200 hectáreas y es dónde están emplazados los domos de Pristine El Calafate Luxury Camp.

Los pioneros María Lueber de Schroeder, Juan Enrique Schroeder y sus hijos María y Germán en 1919.
Gentileza Familia Schroeder

Criado en Río Gallegos -a 300 kilómetros de El Calafate-, Stefen pasó muchos fines de semana y vacaciones en la estancia de la familia. Profesor de educación física, es uno de los cinco hermanos Schroeder que sigue el legado de trabajar la tierra y darla a conocer. Desde diciembre del 2023, tras la llegada de Pristine, Stefen trabaja para la empresa hotelera como guía de trekking. Al igual que Eric Schroeder, su hermano mayor, que está al frente de la estancia, pero además lidera las cabalgatas de los huéspedes de Pristine El Calafate Luxury Camp. "Crecí mirando el Festival de Jesús María por la tele y cuando cumplí cuatro años pedí de regalo mi primera montura. Siempre me gustó andar a caballo", cuenta Eric, experto en doma y quien maneja la tropilla de caballos mansos que tiene Estancia Dos Lagos. "Algunos huéspedes se sienten tensionados cuando arrancan la cabalgata, pero a la media hora ya se relajan y disfrutan de la experiencia. Los caballos son muy inteligentes, para andarlos hay que saber presionar y soltar", resume Eric.

La propuesta de Pristine El Calafate Luxury Camp -que inauguró en diciembre del 2023- arranca cuando iniciamos la aventura de llegar hasta Estancia Dos Lagos. Nosotras vamos en auto, pero tienen tranfer disponible. Desde El Calafate, el acceso está muy bien señalizado y es por la RP 15, que regala las primeras vistas del glaciar Perito Moreno. Tras abrir dos tranqueras, los seis domos del campamento están a unos metros de un domo más grande, que funciona como recepción, restaurante y living. Mariano Benvenuto está a cargo de la gerencia, y nos recibe con Ailén Colavecchia y Ayelén Santibañez, que son sumamente amables. Con celeridad, no solo nos acompañan a los domos mientras nos acomodamos, sino que además nos aconsejan sobre senderos que se pueden caminar de forma independiente; sobre actividades para hacer dentro de la estancia, como trekking y cabalgatas a cargo de los hermanos Schroeder; y coordinan salidas a visitar el glaciar Perito Moreno dentro del Parque Nacional Los Glaciares. Nos informan, además, sobre los horarios en los que se sirve el desayuno, el almuerzo -en caso de hacer una actividad afuera preparan lunchera-, el té y la cena.

Geodésicos, los domos están construidos en madera OSB, con aislantes súper efectivos, ventanas de doble vidrio y cortina black out. La electricidad llega gracias a paneles solares que componen un sistema de grandes dimensiones. La calefacciones es con dos estufas, una a leña y otra a alcohol, que los huéspedes podemos manejar con facilidad. Cada domo se compone de una habitación con una cama matrimonial -o dos simples-, con la opción de agregar una cama extra. Todos tienen baño completo. Decorados en colores blancos y tierras, usan géneros de hilos nobles y lanas que aportan calidez al ambiente. Los nombres de cada domo refieren a la fauna y flora de la zona. El nuestro se llama Águila Mora.

Equidistantes, todos los domos tienen vista al lago Argentino y a un vértice del glaciar Perito Moreno. Están entre pastos dorados, hierbas en color borravino, y el bosque nativo de lengas, ñires y calafates, que cambian de color según la estación. "Somos un campamento, pero un campamento de lujo. Tenemos todo lo necesario para garantizar confort en medio del bosque, a orillas del lago y con vista al glaciar", asegura Mariano Benvenuto y nos deja pensando -y redefiniendo- el concepto de lujo. Fuente: La Nación