El dato forense que suma misterio a la desaparición de dos jubilados en Comodoro
A más de dos meses de la desaparición de Juana Morales y Pedro Kreder en Comodoro, las pericias a su camioneta no hallaron rastros de terceros.
La desaparición de Juana Morales (69) y Pedro Kreder (79) mantiene en vilo a Chubut desde octubre. La pareja fue vista por última vez cuando viajaba desde Comodoro Rivadavia hacia Camarones.
Ambos se habían conocido pocos meses antes en una peña folclórica. Juana, docente jubilada del barrio Juan XXIII, seguía dando clases particulares. Pedro, oriundo de Carhué, llevaba casi 50 años viviendo en la ciudad.
"Era un amor tardío, lleno de proyectos simples", relataron allegados en las primeras semanas de búsqueda. El viaje, planeado para celebrar el aniversario de Camarones, marcó el inicio del misterio.
El último rastro y el hallazgo de la camioneta
El jueves 9 de octubre, Juana llegó a la casa de Pedro con una conservadora y una reposera. El clima obligó a postergar la salida, pero el sábado 11 cámaras de seguridad registraron la Toyota Hilux rumbo al norte, cerca de Caleta Córdova.
Ese fue el último rastro confirmado. La camioneta apareció días después abandonada en la zona de Rocas Coloradas, dentro del Cañadón de Visser, un sector agreste y de difícil acceso.
"No eran personas que se metieran en lugares riesgosos", coincidieron familiares de ambos. El vehículo estaba cerrado, sin signos de violencia visibles, pero el entorno encendió alarmas.
Las pericias que descartan terceros y agrandan el enigma
Este lunes se conocieron los resultados de las pericias genéticas realizadas en el Laboratorio Regional Forense. Las muestras tomadas en la Hilux solo arrojaron ADN de Juana Morales y Pedro Kreder.
"Los análisis no detectaron la presencia de terceras personas", confirmó una fuente cercana a la investigación. Las muestras, de baja calidad, demoraron más de 40 días en ser procesadas.
Si bien no se descarta ninguna hipótesis, los resultados alejan la posibilidad de un crimen y refuerzan la teoría de una desorientación o accidente en un terreno hostil. Sin embargo, la pregunta sigue abierta: ¿qué pasó con Juana y Pedro?
Búsqueda sin resultados y un interrogante abierto
Durante más de 40 días se desplegó un megaoperativo con drones, helicópteros, buzos, perros rastreadores y fuerzas especiales. Se rastrillaron kilómetros de costa, cañadones y estancias.
A pesar del esfuerzo, no hubo hallazgos concluyentes. El caso, lejos de cerrarse, suma interrogantes y mantiene en vilo a familiares y a toda la región.
La Patagonia volvió a mostrar su costado más implacable, mientras dos familias siguen esperando respuestas.
Con información de ADNSUR

