Emocionante homenaje a Yolanda Schulz en Caleta Olivia: "Siempre estará con nosotros"

En una noche de profunda tristeza, la pequeña capilla ubicada en la planta alta del Hospital Zonal de Caleta Olivia se llenó de oración y recuerdos. A las 22:00 del lunes, amigos, colegas y seres queridos se reunieron para rendir homenaje a Yolanda Mabel Schulz, la enfermera que trágicamente perdió la vida en un accidente de tránsito en la madrugada del domingo.

La misa fue oficiada por el diácono Mario Sosa, quien, con palabras llenas de consuelo y fe, buscó aliviar el dolor de aquellos que quedaban atrás. El personal de enfermería, los profesionales médicos y otros trabajadores de la salud, unidos por la conmoción de su partida, oraron juntos por el eterno descanso de Yolanda, una mujer que dedicó su vida al cuidado de los demás.

Yolanda, de 50 años, madre de tres hijos, trabajó en el área de Clínica Médica del Hospital Zonal desde 2013. La tragedia llegó inesperadamente cuando, tras abordar un micro de la empresa Vía Tac para reunirse con su familia en La Plata, el vehículo sufrió un vuelco fatal en una rotonda cerca de General La Madrid. Junto a ella, otras cuatro personas perdieron la vida.

Oriunda de San Javier, un pequeño pueblo en Misiones, Yolanda era conocida por su entrega y pasión en su trabajo. "El cariño por ella era evidente", compartieron quienes la conocieron en su día a día. Su partida, tan arrepentida y dolorosa, dejó un vacío imposible de llenar, tanto en su familia como en la comunidad del hospital.

Al borde del llanto, sus compañeras y compañeros de trabajo no podían evitar sentir la ausencia de quien fuera más que una colega: una amiga, una confidente, una persona incansable en su vocación. El diácono Mario Sosa expresó a El Patagónico : "Son muchos los sentimientos que confluyen en las personas. El dolor es inevitable, pero desde la fe sabemos que Yolanda estará eternamente con Dios, cuidando desde allí a sus seres queridos".

En la capilla, una fotografía de Yolanda junto a imágenes religiosas se convirtió en el centro de la ceremonia, en la que cada oración y cada palabra fueron un acto de amor hacia una mujer que, con su calidez y generosidad, tocó las vidas de muchos.

Aunque hasta anoche se desconocía si sus restos serían trasladados a Caleta Olivia, La Plata o su lugar natal en San Javier, el gesto de la misa fue el primero de muchos homenajes que, seguramente, seguirán ocurriendo en las próximas semanas. Para sus compañeros, ella no solo fue una enfermera excepcional, sino una persona íntegra y querida por todos. "Nunca la olvidaremos", aseguraron con la voz entrecortada, mientras las luces de la capilla iluminaban, con un brillo tenue, el rostro de Yolanda en la foto que acompañaba la ceremonia.

(Fuente: Diario El Patagónico)