Escándalo en la Policía fueguina : un agente acusado de violencia de género trabaja en una comisaría de Río Grande
Un policía denunciado por violencia de género fue reincorporado en Río Grande pese a portar tobillera. Malestar en la fuerza.
Indignación y preocupación en la fuerza: un policía denunciado por violencia de género volvió a cumplir funciones en la Comisaría Segunda, pese a portar una tobillera electrónica.
Crece la polémica dentro de la Policía de Tierra del Fuego luego de que se confirmara que un agente denunciado por violencia de género fue reincorporado a sus tareas y actualmente se desempeña en la Comisaría Segunda de Río Grande, a pesar de portar una tobillera electrónica ordenada por la Justicia.
Fuentes policiales consultadas confirmaron que el agente había estado en disponibilidad tras ser denunciado por golpear a su expareja, pero fue restituido a la fuerza mientras avanza el proceso judicial. El caso generó malestar entre sus compañeros, ya que la tobillera que monitorea al acusado es controlada por la propia Policía, lo que coloca a la institución en una situación incómoda y cuestionada.
Otro caso que sacude a la fuerza: Eric Paredes
El escándalo se suma al historial de episodios similares que involucran a miembros de la institución. Uno de los más resonantes es el de Eric Gonzalo Paredes, exsubcomisario, denunciado por violencia de género en varias oportunidades.
Paredes fue denunciado en 2001 y, aunque resultó absuelto, volvió a ser acusado en 2024 por la misma mujer. En esta última causa enfrenta cargos por lesiones agravadas, privación ilegítima de la libertad y violencia de género.
En febrero de 2024 fue detenido, pero en septiembre recuperó la libertad bajo excarcelación. Actualmente, espera ser llevado a juicio oral. Además, el pasado 29 de agosto, el juez Fernando González, del Juzgado de Familia N.º 1, le impuso prohibición de acercamiento y contacto con la denunciante y su hijo menor de edad.
A este prontuario se suma una nueva denuncia por violencia de género realizada por otra expareja, lo que profundiza el descrédito hacia la fuerza de seguridad provincial.
Malestar y cuestionamientos
Estos episodios reavivan el debate sobre el accionar de la Policía frente a casos de violencia de género que involucran a sus propios integrantes. Vecinos y referentes sociales cuestionan que, mientras se exige a la comunidad denunciar y confiar en la institución, la fuerza sostiene en funciones a efectivos bajo investigación por hechos gravísimos. El silencio oficial agrava la indignación y deja en evidencia la necesidad de políticas claras de prevención, control y sanción dentro de la institución policial.
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