Turistas esperaron casi 8 meses para cumplir el sueño de conocer el Glaciar Perito Moreno

Llegaron en marzo, justo cuando se cerraba el Parque Nacional. Diez turistas extranjeros fueron los primeros en ingresar hoy, en la reapertura. La emoción al estar frente al Glaciar.

Son los sobrevivientes de una espera que se hizo prácticamente infinita. Desde el 15 de marzo, cuando cerraron sus puertas todos los Parques Nacionales del país, estaban en El Calafate esperando este momento.



Primero fueron 50, después 40. En el invierno, cuando se descartó la posibilidad de una inminente reapertura debido a un nuevo brote, varios ya decidieron regresar a sus países. Quedaron 20, luego 16, más tarde 12. 



Y finalmente estos “10 ejemplares de turistas de la temporada pasada”, en crítico peligro de extinción en este 2020, pudieron conocer el Glaciar Perito Moreno. Cuatro franceses, dos brasileños, dos colombianos, un italiano y un estadounidense, fueron los tenaces turistas que no se doblegaron al paso del tiempo y de la burocracia criolla, y lograron su recompensa este lunes.



Todo el Glaciar para ellos, y para los primeros vecinos de El Calafate que completaron el cupo del primer día de visitas. 





Hoy a las 8:30 partieron desde la secretaría de Turismo, donde estaba el titular de la cartera Oscar Souto; y el director provincial de Turismo, Pablo Godoy. Partieron en vehículos hacia el parque, que les abrió las puertas a las 10 hs.



Y de allí 29 km de sinuoso camino adentrándose en el bosque andino patagónico. Antes, una parada en la Curva de los Suspiros, primera vista que se tiene del Glaciar Perito Moreno. 



Y luego sí, el majestuoso glaciar en todo su esplendor. El día acompañó el momento especial. Temperatura agradable, nada de viento. Ideal para escuchar los crujidos de las entrañas del glaciar, que avanzó hasta apoyarse sobre la Península de Magallanes. Apenas un delgado paso de agua en el canal de los Tempanos, impide que tengamos la noticia del cierre del Glaciar y del inicio del fenómeno que culmina con la famosa Ruptura.



La emoción en los ojos, la risa, la excitación de estar ya no solo frente al glaciar más famoso del mundo, sino de haber logrado lo que parecía imposible: simplemente estar ahí.



Fuente: Guillermo Pérez Luque / Ahora Calafate 


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