Coronavirus: Río Turbio en situación límite

Ya cuenta con 873 casos acumulados desde el inicio de la pandemia, 169 contagios, 18 fallecidos, 7 pacientes internados en Aislamiento Covid y 848 personas en aislamiento preventivo, en una localidad  de poco más de 10.000 habitantes.

Desde el inicio de la contingencia, autoridades hospitalarias y políticas de la localidad  adoptaron  una estrategia de silencio y sin poner un foco central en las políticas sanitarias

Si, lo hicieron en su momento personal médico y de enfermería, que con muy poca prensa, expresaban no tener insumos necesarios ni personal  para lo que ya  se avizoraba, ni elementos de protección adecuados para tratar a pacientes con Covid-19.

Sin obviar que para enfrentar lo que se venía  era necesario capacitar a las personas y abastecer el sistema de salud, habilitar camas e instalaciones y dotar de equipamiento suficiente, porque a nadie se le escapa  que la  infraestructura hospitalaria de Rio Turbio  es frágil.

La cantidad de pacientes generó una sobrecarga horaria, agotamiento, turnos  sin las horas necesarias para descansar en el personal sanitario. Sin contar lo mal pago que está el personal de salud del nosocomio.

A eso le debemos sumar “sospechas” de que hay personal sanitario que no recibieron la vacuna y como en otras partes del país hubo vacunados VIP, lo que ha generado, criticas al Director del Hospital, Marcelo Blanco que nunca logro aunar criterios de acción con su propio personal.

La frase “hay un silencio que  aturde” tiene resonancia en la situación a la que nos referimos y es la de todo el arco político oficialismo y oposición a quienes no se los ha escuchado siquiera esbozar, un principio de idea ya que quejas siempre se escuchan, a quienes no hemos escuchado alzar sus voces, para pedir, mas camas, mas respiradores, mas ayuda económica, mas insumos, mas aparatología, mas personal médico.

Rio Turbio, tiene dos diputado uno por Municipio y otro diputado por distrito electos por los vecinos que tiene la responsabilidad de hacer saber las necesidades de su pueblo y si es necesario, confrontar por esas necesidades hasta lograr un resultado satisfactorio de las demandas de los vecinos.

Tristemente debo decir que lo que se ve desde afuera, es una serie de políticos que mantienen reuniones, y regresan con una sonrisa  y un bagaje de promesas que en vez de promesas deberían ser realidades.

Si se ha hecho, no notamos que se ponga lo que “hay que poner” y reclamar lo que hace falta para su pueblo, con firmeza, con convicción, planteando lo que se necesita para traer de manera inmediata, lo necesario para salir de la situación alarmante que esta pasando nuestra localidad. (Fuente: Patagonia Nexo)