¿Por qué después de 22 años se autoriza carne con hueso en la Patagonia?
Este viernes se oficializó una resolución del SENASA que permitirá el ingreso de carne con hueso plano a la Patagonia, tras más de dos décadas de restricción por fiebre aftosa. La medida será parcial, con estrictos controles sanitarios y solo para consumo interno regional.
El Gobierno nacional, a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), habilitó este viernes el ingreso de carne con hueso plano a la Patagonia luego de 22 años de prohibición. La disposición, que busca ampliar la oferta cárnica en la región, aplica a cortes como asado, costillar y esternón, provenientes de zonas del país donde la fiebre aftosa está controlada mediante vacunación.
La resolución permite únicamente carne refrigerada y en cortes seleccionados, excluyendo huesos largos como osobuco o lomo con hueso, así como carne congelada, medias reses o animales enteros. Entre los requisitos exigidos figuran la maduración de la carne, control de pH, empaque aprobado, trazabilidad total desde el origen hasta el punto de venta y transporte en vehículos habilitados bajo normas de bioseguridad.
La medida abarca todo el territorio patagónico: Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido de Patagones. Los productos podrán comercializarse exclusivamente dentro de esta región y no podrán salir de ella.
Si bien autoridades sanitarias de la Unión Europea y Chile no objetaron la decisión, asociaciones rurales del sur argentino expresaron su rechazo. Consideran que puede debilitar el estatus sanitario diferencial de la Patagonia, que desde 2002 es zona libre de aftosa sin vacunación, condición clave para el acceso a mercados internacionales.
Desde el Ejecutivo nacional aseguran que se trata de una apertura limitada, basada en criterios técnicos, y que no pondrá en riesgo el estatus sanitario de la región. No obstante, productores patagónicos advierten sobre el posible impacto comercial y la pérdida de competitividad frente a productos foráneos.
Diario Jornada