AMBIENTE

Tras los rastros del huemul en los cañadones del norte santacruceño

En el noroeste de Santa Cruz, la historia del huemul se reconstruye entre cañadones, mesetas y pinturas rupestres. Relatos de viajeros y registros científicos revelan que este ciervo andino también habitó la estepa, donde hoy asoma la idea de su regreso.

Redacción Nuevo Día
Redacción Nuevo Día
eldiarionuevodia@hotmail.com

A fines del siglo XIX, el naturalista estadounidense John Bell Hatcher recorrió los valles del norte santacruceño y dejó una de las descripciones más precisas del huemul en libertad. En su diario de 1898, relató haber encontrado grupos enteros en el Cañadón Caracoles, en el río Pinturas y en los alrededores del lago Pueyrredón. "No me sorprendió verlos tan lejos de la cordillera ni en una zona sin bosques", escribió, como quien constata un hecho habitual.

Otros exploradores reforzaron ese mismo registro. Hesketh Prichard los cazó en 1900 entre los ríos Los Antiguos y Jeinimeni, y anotó que los pueblos originarios ya hablaban de su escasez. En 1902, integrantes de la Comisión de Límites vieron ciervos en el cañadón del Deseado, al este de Perito Moreno. Y décadas después, el arqueólogo Carlos J. Gradín, junto a su colaborador chileno, Miguel Ángel Sugo, escuchó en Charcamata, al pie del río Pinturas, que todavía se veían huemules en la zona.

"Esas citas son oro", dice Sebastián Di Martino, director de Conservación de Rewilding Argentina. "No son relatos aislados, porque muestran que el huemul no era solo un animal de montaña. También vivía en ambientes esteparios, lejos del bosque, en los mismos cañadones que hoy conocemos."

Lo notable, según Di Martino, es que el paisaje donde Hatcher describió sus encuentros sigue casi igual. "Hemos comparado sus fotos de hace más de cien años con imágenes actuales del Cañadón Pinturas y del Caracoles. La vegetación, la luz, las pendientes, todo está igual. Solo aparecen sauces exóticos donde antes no había, pero el ambiente estepario sigue siendo el mismo", explica.

En los cañadones de Parque Patagonia, el huemul fue una presencia habitual, según relataron varios exploradores de fines del siglo XIX. Con el paso del tiempo, su rastro quedó en la memoria del paisaje y en algunos objetos que aún se conservan. En la estancia El Carmen (sobre el cauce medio del río Pinturas), Ana María y Lidia Hernando guardan una asta hallada por su padre, don Procopio Hernando, en 1938: un testimonio silencioso de cuando el huemul todavía habitaba la estepa.

El huemul es hoy el ciervo más amenazado del continente americano. Conservarlo donde aún subsiste y recuperar sus poblaciones en los sitios donde desapareció, como el Parque Patagonia, es una tarea que une ciencia, memoria y territorio.

Ese detalle refuerza una idea potente. Y es que el huemul no desapareció porque el lugar cambiara, sino por lo que trajo la mano humana. La llegada de la ganadería desplazó a los herbívoros silvestres de los mejores pastos, introdujo enfermedades como la brucelosis y la aftosa, y sumó competencia directa. "El rifle hizo el resto", resume Di Martino. "Era un animal manso, confiado. Cuando llegaron las armas de fuego, bastó poco para que se extinguiera en toda esta región."

La posibilidad del regreso

Hoy, las poblaciones más cercanas se encuentran en el Parque Nacional Perito Moreno, al sur, y en el Parque Patagonia Chile, donde la especie aún sobrevive. Del lado argentino del Parque Patagonia, no queda ninguno, pero las evidencias históricas y arqueológicas confirman que los cañadones del norte santacruceño formaron parte de su territorio natural.

En las paredes de la Cueva de las Manos, entre guanacos, choiques y figuras humanas, también aparecen siluetas que podrían representar huemules. "La presencia del huemul está en la memoria del paisaje, en los relatos y en las piedras", dice Di Martino. "El ambiente está intacto. Nos falta el huemul"

En otras partes del mundo, especies que parecían perdidas lograron volver. El ciervo del padre David (animal asiático extinguido en la naturaleza) sobrevivió gracias a unos pocos ejemplares criados en cautiverio y hoy vuelve a poblar sus antiguos territorios, demostrando que la recuperación de una especie es posible cuando el ambiente -como en el noroeste de Santa Cruz- sigue casi intacto.

Esa idea conecta pasado y futuro. Recuperar su historia es, al mismo tiempo, una forma de mirar hacia adelante. Como ocurre en otras regiones de la Patagonia donde se ensayan experiencias de conservación y reintroducción, el deseo de que vuelva no es solo una aspiración científica, sino también un gesto de reconciliación con la tierra. En esos valles del viento, todavía hay un lugar que parece esperarlo.

Esta nota habla de:
Últimas noticias de Medio ambiente
AMBIENTE

La Secretaría de Ambiente y Vivero Los Fresnos promueven el Compostaje

La Secretaría de Ambiente y Vivero Los Fresnos promueven el Compostaje
La Secretaría de Estado de Ambiente, en colaboración con el Vivero Los Fresnos, llevó a cabo un taller educativo sobre compostaje dirigido a niños de 4 años del jardín del Colegio Salesiano. La iniciativa tuvo como objetivo principal enseñar a los más pequeños la importancia de la gestión de residuos y el cuidado del ambiente.
MEDIO AMBIENTE

"Una botella tarda 500 años en degradarse": realizarán en Santa Cruz charla sobre el plástico y su impacto en la vida marina

Buscan concientizar sobre la presencia de residuos en el mar
Este jueves 31 de julio a las 10:00 se realizará una charla virtual sobre el impacto del plástico en la vida marina. La actividad, según se informó a Radio Nuevo Día, es organizada por la Secretaría de Estado de Ambiente de Santa Cruz, en el marco de la campaña "Julio sin plásticos", y contará con la participación de Silvina Sotomayor (Fundación CADACE) y las funcionarias Aída Seguel y Valeria Caram.