Una santacruceña en la Plaza San Pedro: la emoción de ver al nuevo Papa, León XIV
Griselda Colivoro, oriunda de Puerto Deseado, vivió una experiencia irrepetible: estuvo en la Plaza San Pedro en el preciso momento en que se anunció al nuevo Papa, León XIV y lo contó en el aire de Radio Nuevo Día 100.9, en el programa La otra Gestión. El viaje, planificado hace más de un año, coincidió de forma inesperada con el histórico evento que reunió a miles de fieles en el corazón del Vaticano.
Griselda Colivoro, una santacruceña nacida en Puerto Deseado, se convirtió en testigo privilegiada de un hecho histórico para la Iglesia Católica: la elección del nuevo Papa, León XIV. Junto a sus compañeros de viaje -Heber, Mónica y Paula-, se encontraba en Roma cuando se produjo la fumata blanca que anunciaba al sucesor de Francisco.
La entrevista realizada este jueves en el programa La otra Gestión, de Radio Nuevo Día 100.9, permitió conocer detalles de una vivencia cargada de emoción, espiritualidad y coincidencias casi mágicas. El grupo había planificado su viaje con meses de antelación, sin saber que su paso por la capital italiana iba a coincidir con el cónclave. "Estábamos en Notre Dame, en París, cuando nos enteramos del fallecimiento del Papa Francisco. Ahí sentimos que algo importante estaba por pasar", relató Griselda.
Ya en Roma, decidieron acercarse a la Plaza San Pedro sin saber exactamente qué esperar. Visitaron la basílica y, al ver cómo crecía la multitud, optaron por quedarse: "Si salimos, no vamos a poder volver a entrar", recordaron. Así fue como, rodeados de fieles de todo el mundo, presenciaron la mítica fumata blanca. "Fue un momento de conmoción interna, parecía un sueño", expresó Colivoro, visiblemente emocionada.
La espera entre el humo blanco y el anuncio oficial del nombre del nuevo Papa fue acompañada por la guardia papal y el creciente entusiasmo de la gente. "Cuando se abrieron las cortinas del balcón fue maravilloso", describió. Según contó, había muchos argentinos en la plaza, fácilmente reconocibles por sus banderas y cánticos.
Uno de los momentos más emotivos, relató, fue cuando el flamante León XIV rezó el Ave María y se generó una oración colectiva en varios idiomas. "Sentí como si estuviera presente el Espíritu Santo", confesó. Y agregó que el hecho de que el Papa hablara en español "fue hermosísimo, era como si te estuviera hablando a vos directamente".
Aunque no hubo un gran intercambio con los romanos al día siguiente, el grupo tenía previsto visitar Santa María la Mayor, donde descansan los restos del Papa Francisco, antes de continuar su viaje por Barcelona y Madrid. Está previsto que regresen a la Argentina el 15 o 16 de mayo.
"El viaje ya era inolvidable, pero esto lo convirtió en algo más que único", concluyó Griselda, dejando entrever que, a veces, los momentos más importantes llegan sin avisar, y es cuestión de estar en el lugar indicado. (Fuente: El Diario Nuevo Día)