Cantín es el peor intendente que ha tenido Río Gallegos en toda su historia

Vastas zonas capitalinas anegadas, descontrol en el tránsito,
falta de limpieza, luminarias destruidas, escombros en las calles, basura por
todos lados y ríos de aguas servidas, son las fotos que hoy tiene la capital provincial.

 Reclamos de los propios empleados municipales y vecinos
desprotegidos, hacen de Río Gallegos, tierra de nadie.

Las cuentas del Municipio riogalleguense están en rojo hace
mucho tiempo ya. Desde hace más de cien días, los problemas están empezando a
superar al intendente Raúl Cantín.

Muchos de esos conflictos, hoy a la luz y a la vista de
todos los vecinos, fueron denunciados
permanentemente por el SOEM y no son ni
más ni menos que la muestra más cabal de la irresponsabilidad y la ineficiencia
del intendente Cantín .

Y hay circunstancias que así lo marcan, la Municipalidad de Río
Gallegos y el ultra famoso eje Nación - Provincia
- Municipio nunca estuvieron en sincronía.

Si bien esto es apenas un síntoma del caos en que está
inmersa la Municipalidad capitalina, en cuanto a lo económico, la crisis es
mucho más profunda.

El proceso económico financiero del Municipio, en este
momento, no tiene igual.

Desde que asumió Raúl Cantín, hay una continuidad de casi cuatro años de gestión con déficit
estructural terrible en cuanto al manejo descalabrado de los fondos municipales .

Es más que razonable manifestar entonces que estamos ante la
peor gestión municipal que ha habido. Y si no fuera por los fondos nacionales,
este Municipio estaría ya por caer en cesación
de pagos.

Tal vez a través de este conflicto se pueda empezar a indagar
sobre otras cuestiones que son bastante turbias y que fueron puestas a la luz por
un informe del Tribunal de Cuentas: el tema del manejo de los fondos soja, las licitaciones
públicas jamás comenzadas, la compra de maquinarias en condiciones poco claras,
las obras públicas comenzadas con fondos nacionales pero nunca terminadas o, lo que es peor, terminadas
pero de un modo tan burdo que se degradan a pocos meses de su puesta en valor.

Esto, sumado al pago indiscriminado de horas máquinas contra
simple presentación de boletas, la apertura de cuentas paralelas en entidades financieras
y el ingreso indiscriminado de personal, cada vez huele peor.

Aunque el intendente esgrime en su defensa haber recibido un
municipio al borde del colapso, eso es una desfachatez muy grande, porque ante todo
hay falta de transparencia, nadie aporta un número para darle un sustento
documental a lo que se sostiene con declaraciones en medios de comunicación bien
pagos con "pauta" municipal.

Se intenta de este modo disimular el terrible déficit que tienen
las cuentas municipales, el desmanejo y la falta de compromiso de funcionarios inescrupulosos y que no
tuvieron nunca la voluntad de gestionar a
favor de los vecinos que los pusieron en ese lugar. (El
Diario Nuevo Día)