Lo Dulce Será Amargo

La fruta fina frente al grueso problema de la construcción

Alicia Kirchner recibió a delegados de las empresas que reclaman el pago sueldos y aguinaldos en nombre de 1800 trabajadores. Pero no alcanzó. Dos días después, en una provincia en emergencia administrativa y económica, casi todo el gabinete de la gobernadora, durante el fin de semana festejaba una nueva edición de la Fiesta de la Cereza en Los Antiguos que comenzó el 8 de enero y finalizó el 11. Lo hacían mientras, mientras se enviaban los telegramas de despidos (inexactos o no según el gobierno provincia) a los obreros de Austral Construcción y Kank & Costilla.


Alicia Kirchner recibió a delegados de las empresas que
reclaman el pago sueldos y aguinaldos en nombre de 1800 trabajadores. Pero no
alcanzó. Dos días después, en una provincia  en emergencia administrativa y económica, casi
todo el gabinete de la gobernadora,  durante
el fin de semana festejaba una nueva edición de la Fiesta de la Cereza en Los
Antiguos que comenzó el 8 de enero y finalizó el 11. Lo hacían mientras, mientras  se enviaban los telegramas de despidos
(inexactos o no según el gobierno provincia)  a los obreros de Austral Construcción y Kank & Costilla.


Si bien la secretaria de Estado de Trabajo intervino en el conflicto
por el cual las empresa alegan  no tener
fondos  para pagar, motivo por el cual resolvió
despidos,  el gobierno no hizo lo
suficiente para frenar  un futuro
problema social, como lo serán 1800  desempleados
en Santa Cruz.


Es el gobierno nacional quien debe pagar las certificaciones
de obras  por un valor de 400 millones de
pesos a las empresas de Lázaro Báez, el zar  de la construcción durante una década, acusado
de lavado de dinero en Estados Unidos y Europa, y complicado como la ex
presidenta de la Nación, Cristina Kirchner en la causa judicial de Hotesur. Pero
el conflicto sucede hoy en la provincia en donde surgieron dos presidentes  de la Nación, ambos "casualmente”  cercanos al empresario que hoy es desconocido
por el kirchnerismo.


Ayer el vicegobernador Pablo González, en un gran error
comunicacional del gobierno, informó que tanto él como el ministro de Economía,
Juan Donini, y ministros se reunieron con productores de cerezas, y adelantaron el gran apoyo que tendrá la manufactura
de fruta fina que se exporta a Europa. Justamente ayer, la única advertencia
del gobierno  hacia Lázaro Báez  fue la inexactitud de los telegramas que envió  a los obreros. 


La magnitud de la problemática parece no ser  tenida en cuenta. El dulce sabor de la cereza
no será  suficiente para contrarrestar el
amargo sabor de estar al borde de un problema social. (El Diario Nuevo Día)


 

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