Muerte de trabajadores e incidentes ambientales ponen foco en la seguridad

Durante los últimos años, la cuenca del Golfo San Jorge ha experimentado derrames de hidrocarburos considerables -además de otros incidentes ambientales dentro de yacimientos de menor envergadura-, siendo los peores por su magnitud los de Caleta Córdova en 2007 y el reciente en la planta deshidratadora en Kilómetro 9.




A estas situaciones perjudiciales para el ambiente, se suman la muerte de dos trabajadores en yacimientos en 2015 y otros tres en el último lustro. Se trata de situaciones que obligan a la industria a reforzar y mejorar la seguridad.




Cristian Gutiérrez murió en el acto el útimo jueves cuando la cañería que soldaba en un tanque deshidratador en El Tordillo explotó por motivos que son materia de investigación judicial. Además, otros cuatro operarios fueron afectados, dos de los cuales siguen internados con quemaduras de gravedad.




Fue la segunda muerte en el año en yacimientos de Chubut, ya que en marzo ocurrió otra en Cerro Dragón, operado por Pan American Energy.




Leandro Goic, de 26 años, falleció luego de ser embestido por un camión. El operario realizaba tareas en Santa Fe Servicios Petroleros.




En 2014 ya se había producido la muerte de otro trabajador en Cerro Dragón. En abril de ese año, César Alejandro Varas recibió el golpe de un tubo mientras se montaba una línea en el equipo de perforación DLS 4101 en Cerro Dragón. Fue asistido por la ambulancia, pero falleció a las pocas horas.




También en el área de Pan American ocurrió otra muerte el 27 de octubre de 2012. Daniel Marcelo Ruiz, de 38 años, trabajaba para ManPetrol -una empresa de servicios propiedad de PAE- y murió al ser aplastado por un tráiler que cayó ante los fuertes vientos que se producían en la región en ese momento.



INCIDENTES AMBIENTALES
El 26 de diciembre de 2007 quedaron esparcidos 300 metros cúbicos de petróleo en las costas de Caleta Córdova, barrio de la zona norte de Comodoro Rivadavia. El incidente se produjo cuando una empresa naviera cargaba hidrocarburo de Terminales Marítimas Patagónicas (Termap) y detectó muy tarde que perdía el combustible.




El carguero tenía capacidad para llevar hasta 60 mil metros cúbicos, y cuando llevaba cargado el 50% su capitán observó la mancha de crudo que iba ocupando el mar. Era el buque Presidente Arturo Illia de la empresa Antares Naviera. Por esa causa fueron imputadas once personas, seis de ellas procesadas (cinco integrantes de la tripulación y el superintendente de Antares).




La población de Caleta Córdova no tuvo descanso. Se movilizó para que el incidente fuera aclarado y sus responsables identificados, al mismo tiempo que exigían la limpieza del mar y las playas. Pero no pasó un año que otro desastre ambiental iba a alterar la vida de su población y de Comodoro Rivadavia.




Genmar Spyridon era el nombre del buque que el 2 de diciembre de 2008 tuvo una fuga de hidrocarburos. Mientras cargaba el combustible con la asistencia de un remolcador, la manguera flotante se desenganchó. Al mar cayeron seis metros cúbicos de crudo Escalante y hubo un amplio despliegue para la limpieza en Barrancas Blancas.
Mientras, el 27 de setiembre de 2012, un oleoducto que transportaba crudo a la Batería LH-8 de YPF sufrió una rotura con su consecuente derrame que llegó hasta proximidades del ejido urbano de Las Heras, en Santa Cruz. De acuerdo a la información de la empresa, las causas fueron la oxidación del metal en un tramo que pasa por debajo de una laguna de aguas negras.




En octubre de 2012 hubo otro incidente en Las Heras en un oleoducto de Sinopec que esparció 60 metros cúbicos de petróleo. La operadora de capitales chinos señaló que fue un sabotaje: informaron que fue una apertura intencional de un dispositivo en el recorrido de un oleoducto cercano al área LH-10, cerca de Las Heras.



MULTA MILLONARIA
La Justicia Federal se expidió por un caso de derrame de hidrocarburos ocurrido en 2013. La noticia llegó a principios de este año y se trató de una multa por un millón de pesos por incidente ocurrido en Diadema por una rotura de un oleoducto.




Fue el 20 de junio de 2013 cuando una inspección de la secretaría de Medio Ambiente observó el derrame que venía de un oleoducto de seis pulgadas que le pertenece a YPF. El fluido alcanzó una extensión de 1.500 metros de cauce de agua por donde se canalizó, pese a que la compañía había iniciado las tareas de contención y recuperación del hidrocarburo derramado.




La Justicia dio sentencia definitiva luego de desestimar el recurso de la operadora, que califica de injusta la sanción porque no había infringido en ninguna norma ni protocolo en este tipo de casos. Y calificaba el valor de la multa como "irrazonable".



EL TANQUE DESPLOMADO
El martes 18 de agosto último, un incidente sin precedentes ocurrió en Kilómetro 9. Un tanque con capacidad de almacenar 2.000 metros cúbicos de hidrocarburos se desplomó en el interior de la Planta Deshidratadora de YPF, cerca de los barrios Ciudadela, Palazzo y Rodríguez Peña.




El Tanque 102 de la compañía quedó completamente inutilizado y esparció su contenido, que esa tarde llegaba a los 1.500 metros cúbicos. La empresa informó que no hubo heridos ni personas afectadas, además de que aplicó el plan de emergencia para controlar el derrame.




El petróleo y agua inundaron la planta y una parte salió por cauces hasta barrios de Km 5. Allí estuvieron trabajando máquinas y personal de YPF junto a empresas contratadas para colaborar con el control y remediación de la situación.




Pero estos son los casos públicos, a los que debe sumarse aquellos de menor magnitud que ocurren en los yacimientos y que son reportados a Provincia o al municipio -junto a otros tantos que no se reportan porque pueden ser solucionados en el instante-.




En 2014, la Dirección General Comarca Senguer San Jorge del Ministerio de Ambiente de Chubut realizó 382 inspecciones, de las cuales 195 corresponden a Control de Industrias y 187 a Control de Hidrocarburos. (El Patagónico)