Agricultura

En el Centro Norte santafesino comenzaron los movimientos de sembradoras para implantar soja

Así lo informó la Bolsa de Comercio de Santa Fe, que estima una intención de siembra de 900.000 hectáreas para la soja de primera. ¿Qué pasa con el trigo y el maíz?


Con buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra luego de las precipitaciones de la última semana, comenzó el movimiento de las sembradoras para dar ritmo al proceso de siembra.

Éste avanzó un 1,5%, representando aproximadamente unas 13.500 hectáreas, sobre una intención de siembra de 900.000, revelando que para esta campaña será muy similar o levemente superior al ciclo agrícola anterior, cuya superficie sembrada con soja de primera fue de 890.000 hectáreas.

Para el caso de la soja de segunda, de acuerdo a los sondeos realizados, se observa igual situación o con una tendencia a disminuir la superficie a sembrar, todo condicionado a la futura incidencia del fenómeno El Niño.


Trigo


Los cultivos continuaron expresando un estado general de "bueno" a "muy bueno" en el 75% de los trigales; un 23% presentó un estado de "regular" a "bueno" y el 2% restante "regular".

La buena disponibilidad de agua útil en los suelos y el avance en los estados fenológicos de los cultivares no evidenciaron problemas en los período críticos de floración y posterior llenado de grano.

En una primera aproximación sobre rindes promedios para la campaña, se estima:

a) para los tres departamentos del norte del área, un rinde promedio entre 19 y 22 qq/Ha.;

b) para los departamentos del centro de la región, un promedio estimado entre los 24 y 28 qq/Ha.

c) para los departamentos del sur del área, un rinde promedio entre los 28 y 34 qq/Ha.


Maíz


La superficie sembrada con maíz de primera es de 53.500 hectáreas, total que significa una reducción del 40,55% de la superficie sembrada en comparación con la campaña anterior, lo que representa un descenso de 36.500 hectáreas menos.

En los primeros sondeos, el panorama para el maíz tardío (de segunda) no sería diferente a la realidad que presentó el maíz temprano, por lo cual también experimentaría una reducción en la intención de siembra del orden del 20 a 22%, en comparación con la intención de siembra de la campaña anterior.


Fuente: Nuestro Agro / BCSF


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