Historias de Patagonia: Un escenario para Alberto
A veces, en la mayoría de los casos, nunca es suficiente el reconocimiento hacia los representantes de nuestra cultura. Esto llega casi siempre, con la desaparición física de los cultores.
* Mario Novack
Así es el caso de Alberto Raimundo Améstica, aquel que acompañó durante muchos años a Hugo Giménez Agüero y que era una guitarra sumamente destacada y dispuesta siempre a colaborar solidariamente con cuanta organización u otra institución que se lo pidiera.
Alberto, el de la guitarra, el del malambo, dejó una huella en la cultura de su querida Santa Cruz a fuerza de creación en la música y la danza. Quien haya incursionado en el ambiente de la cultura sabe sobradamente de las condiciones de Améstica.
Pero que mejor que su hija mayor Graciela Alejandra para trazar una semblanza de su figura. Nació el 28 de enero de 1.942, en la localidad de Puerto Santa Cruz, capital histórica de Santa Cruz. Hijo de Amalia Verdún – oriunda de Puerto Santa Cruz – y Raimundo, nativo de Puerto San Julián.
Su padre desde muy chico le enseñó los primeros pasos en las danzas folklóricas, unos años después ingresó a la Escuela Provincial de Danzas. En el año 1976 se casó en primeras nupcias con Graciela Hernández y fruto de esa relación nace Graciela Alejandra.
Años más tarde forma pareja con Sandra Carabajal, musicalmente conocida como Sandra Cabal con quien fue padre de Lorena, Alberto, Juan José y Facundo. Como muchos en nuestra provincia se fue perfeccionando en guitarra con el maestro mendocino Juan Carlos “el negro” Oliva.
En el año 1978 recibió el título de Profesor en Ciencias del Folklore y Ciencias del Folklore, en la Escuela Gómez Basualdo de Rosario. Fue profesor de Danzas Nativas Argentinas, autor y compositor de música regional patagónica. En el año 2002 fue ganador del primer premio de la canción inédita con un tango presentado en Punta Arenas, Chile, sede del Festival Folklórico en la Patagonia.
Bailarín folklórico durante más de 25 años, en la especialidad de “malambo sureño”, con el cual obtuvo la máxima premiación en la primera edición del Festival Austral del Folklore, en Pico Truncado en el año 1969.
También en el año 1970, obtuvo el Primer Premio de malambo del Festival Folklórico “Ruinas de Floridablanca”, en Puerto San Julián. Ese mismo año, logró por segundo año consecutivo, alzarse con nuevamente con el primer premio de la segunda edición del Festival Truncadense.
A fines del mismo año, invitado a competir, obtuvo el primer premio de malambo sureño, en la cuarta edición del Festival Nacional de Folklore Sureño, en Pehuajó, provincia de Buenos Aires.
Fue codirector del Ballet Folklórico “El Coirón”, agrupación con la que lograron el “Pingüino de Oro”, en el Festival Austral de Pico Truncado, en el año 1984. Asimismo, asistió como director de la Delegación Río Gallegos que concurrió a competir y fue premiada en otras disciplinas.
Fue coautor de 6 temas de canciones patagónicas, con su gran amigo y cantautor, Hugo Giménez Agüero, cuatro de ellos fueron grabados por él en los discos “Patagonia Pura” y “Patagonia a pesar de todo”. Otros temas de su autoría son “Amigo entrerriano”, “Copihue”, Ceibo, D.N.I Tango y De Ramón Santos Pa´ca.
Con su estilo propio de muchos años, innovador en el formato coreográfico del malambo tradicional y zapateo flamenco, logrando una fusión que determinó una descomposición rítmica del mismo, con golpes en los silencios musicales y contragolpes que le dieron una textura distinta. Actualmente el malambo sureño se baila con su estilo, en todo el país.
Como guitarrista interpretó folklore y tango, teniendo el privilegio de acompañar a cantores de la talla de Jorge Valdés, Hugo Marcel, María Garay, Reinaldo Martín, Rosana Falasca, Silvia Gaudín, Carlos Nogués y Roberto Ayala, entre otros.
Asimismo integró un cuarteto en el año 1991junto al primer bandoneón Eduardo “Chino” Corti, el pianista Oscar “Cacho” Queirolo, y otros, actuando en el Teatro Presidente Alvear de la ciudad de Buenos Aires
Junto a su hermano, el apreciado escritor y poeta Aníbal Mario Améstica, presentó un obra musical de canciones inéditas de la Patagonia, denominada “Santa Cruz, alegrías y penas”. El espectáculo estaba incluido en los festejos del 124 aniversario de Río Gallegos, en diciembre de 2009. Fueron dos noches denominadas “La noche de los Améstica”. El Concejo Deliberante y legisladores provinciales de Río Gallegos lo distinguieron como un referente del Arte y la cultura regional patagónica.
Su vida se apagó en la ciudad de Buenos Aires un 29 de abril de 2021, a los 79 años de edad, como consecuencia de una afección cardíaca que padecía desde hace muchos años, pero sus restos aún no pudieron ser traídos a su tierra natal.
Organismos provinciales reconocieron su trayectoria y le rindieron homenaje el Consejo Provincial de Educación en el marco de acciones tendientes a fomentar la identidad santacruceña, en base a proyectos educativos integradores que propician la puesta en valor del patrimonio histórico y cultural.
“Por quien fue y fundamentalmente por todo lo que sembró a lo largo de su transcurrir, fundada en las acciones llevadas adelante por el Instituto de Promoción Educativa, inició el desarrollo del Programa “Retratos de Trayectoria”, con un homenaje al artista.
El domingo pasado, coincidente con el día de los Trabajadores se llevó adelante un homenaje con la participación de músicos y artistas de nuestra ciudad, en las instalaciones del Teatro Municipal.
Entre los números artísticos presentes, se destacó la presentación de Sandro Gómez, Nelson Vidal, Marcela Miranda, Juandy, Jorge Arias, y Yamila Mayorga.
Alejandra Améstica sostuvo que la iniciativa “surgió por Sandro Gómez amigo de papá, quien en el mes de febrero se comunicó conmigo para decirme que quería cantar algo para recordarlo. Entonces le dije que podíamos charlarlo y pensar algo juntando y convocando a otros artistas”, contó. Durante la ceremonia, se leyó la biografía de Améstica, “con recortes periodísticos que junté a través de la familia y de gente que compartió escenario con él. Pude armar toda la primera parte de su trayectoria, y luego se vio un video con un testimonio de él, que dejó escrito en el año 2016”, dijo.
“La sorpresa que se llevaron los presentes y yo particularmente, cuando el locutor anunció que el Intendente Municipal, había designado al escenario del Teatro Municipal "Héctor Marinero" con el nombre de ALBERTO RAIMUNDO AMÉSTICA; a quien quiero expresarle mi eterna gratitud por este nombramiento. Fue el broche de oro, de una noche donde revivimos intensamente recuerdos de mi padre. No puedo explicar lo que sentí... Solo sé que cuando menos lo esperás pasan las cosas que ni te imaginás, esos detalles que como hija te invaden el corazón de emoción y orgullo.
Su recuerdo es permanente en cada institución de la ciudad. Nuestra colega Mirtha Espina recordaba la generosidad de Alberto, por ejemplo acompañando a su hermana Lorena en sus inicios musicales, enseñándole la interpretación en guitarra. También
Colaboró en el festival “Si lo sabe Cante” del Colegio “Nuestra Señora de Fátima”, en forma permanente junto a otros músicos. Estuvo los 17 años que duraron las distintas ediciones cuyos fondos servían para ir construyendo el colegio, por eso estamos eternamente agradecidos los ex alumnos del colegio Fátima con él”
Recuerdo que por el mes de octubre del año 2019 en oportunidad de recordar la desaparición física de Hugo Giménez Agüero, omití mencionar algunos hitos de su trayectoria profesional, lo que era un acto de justicia hacia la persona de Alberto Améstica. Esta semblanza está dedicada como homenaje a un representante de nuestra cultura santacruceña y patagónica.