Cristina Domenech dicta Taller de Escritura

La reconocida escritora argentina comenzó ayer a dictar su Taller de Escritura, en las instalaciones de la Biblioteca Juan Hilarión Lenzi del Complejo Cultural de Río Gallegos. El mismo se desarrollará en forma gratuita hasta mañana miércoles, en el horario de 17hs. a 20 hs.


En tal sentido, la escritora manifestó que "tengo el enorme placer de compartir con muchos escritores y a donde quiera que voy, más que a llevar, voy a encontrar. Así que a Santa Cruz vengo a encontrar nuevas experiencias y a brindarle más herramientas a los escritores.”



En cuanto a su experiencia con la escritura, Domenech narró que "yo tuve una hija escritora que murió muy joven y a ella le preguntaron, una vez en televisión, si seguiría escribiendo poesía cuando fuese adulta y ella respondió que ella no sostenía a la poesía, sino que la poesía la sostenía a ella”.



Por esto mismo, enfatizó que "cuando escribimos, descubrimos que ya somos cuerpo de escritura y la única manera de vivir es escribir porque la escritura es la vida y viceversa”. "Un poco de esto vivimos los argentinos durante la dictadura militar, cuando nuestros músicos, al no poder hablar, escribían rock”, dijo.



Más adelante y refiriéndose específicamente a los talleres que, desde hace tiempo imparte, Cristina Domenech dijo que "inicio mis capacitaciones diciéndoles a los alumnos que, en principio, yo no puedo enseñarles nada, aunque sí puedo explicarles cómo manipular algunas herramientas para lograr determinadas cosas con el lenguaje”.



Respecto a esto, añadió que "todos venimos de un sistema robotizado, mecanizado pero cuando uno descompone esa lógica del lenguaje, aparece la poesía que tiene otras reglas muy distintas al lenguaje normal ya que, a través de ellas, podemos  forzar gramaticalmente un texto”.



Finalmente y acerca de su primera experiencia literaria, la escritora recordó que "cuando era apenas una niña, en la enorme biblioteca de mi casa había un libro que se llamaba "África Virgen” en donde había mujeres desnudas y por eso, para mí, era un libro prohibido que,  sin embargo, me encantaba”.



"Pese a mi corta edad y sin entender demasiado sobre ese libro que hablaba de los misterios de África, fui construyendo un aparato simbólico muy importante que me sirvió de mucho” reseñó al remembrar que "también mi incursión en la escritura fue a mis siete años”. "Recuerdo que el libro que escribí fue un absoluto plagio a Heidi y, en lugar de situarse en Los Alpes Suizos, su historia transcurría en la provincia de Córdoba.”
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