Cada vez peor: más paros, menos sueldos y más ayuda de Nación al comparar el conflicto del 2016 con 2017

La gestión de la gobernadora en su segundo  año de mandato no
solo no mejoró, sino que profundizó  el conflicto
que comenzó el año pasado y que nunca desapareció en Santa Cruz.

Como en los últimos 10 años,  los docentes son el objetivo, y la punta de
lanza de las protestas.  Pero durante el
2016, se trataba de aumento salarial. En Junio,  el gobierno había esbozado
una propuesta, que mejorada llegó a la finalización de los paros un 21 de junio,
gracias al aporte de Nación para abonar el Fondo de Incentivo Docente.

Este año,  es
impensado ese panorama. El Ejecutivo no pude garantizar fecha de pago de
sueldos en tiempo y forma (no solo a maestros sino a todos los estatales),  que redunda en bola cada vez más grande. La
paritaria del pasado viernes fue  el ejemplo
más claro.  

Esta semana se alcanzarán los 60 días de paro, frente a 40
del año pasado. Son datos objetivos, indiscutibles.  Otra vez el año lectivo se perdió.

También difiere el tratamiento  del conflicto. Durante el 2016 la mandataria  se reunió por lo menos en dos oportunidades
con el grupo de Padres Autoconvocados. Allí dijo  que estaba luchando por el presente y
"por lo que viene después” en relación a la actualidad educativa, donde
"los chicos y las chicas son absoluta prioridad”.  "Se pueden recuperar los contenidos, pero
no todo lo que hace al proceso de socialización, de formación, de integración”.

Este año, el pasado 8 de mayo, el grupo de "Padres Unidos”
debió apostarse en Casa de Gobierno durante siete horas para ser atendidos. No
los recibieron.

La gobernadora espera –nuevamente-  la ayuda del gobierno Nacional para firmar un
acuerdo. Lo que  se obtenga, será para abonar
sueldos. El incremento salarial, es otro tema.