Deportivo Urbano celebra 15 años de historia en el corazón del barrio Gaucho Rivero

El Club Deportivo Urbano cumple hoy 15 años, y con ello celebra mucho más que una fecha: conmemora una historia forjada entre vecinos, abrazos y una pelota que siempre volvió al mismo lugar, la canchita del barrio Gaucho Rivero.

Todo comenzó mucho antes del 24 de junio de 2010, fecha oficial de su fundación. En realidad, la historia del club se remonta a aquellos picados improvisados en la canchita suiza, conocida como la "canchita del Verón", al lado del gimnasio municipal Benjamín Verón. Allí se gestaban partidos cargados de pasión, con adolescentes, jóvenes y adultos que compartían no solo el amor por el fútbol, sino también el sentido de pertenencia.

Con el tiempo, esos encuentros se transformaron en algo más grande. Aquel grupo de vecinos decidió que era hora de dar forma a su sueño y fundar un club que representara la identidad del barrio. Así nació el Club Deportivo Urbano, con una primera comisión integrada por José Antillanco como presidente y Doris Paredes como vicepresidenta. Eligieron un nombre, unos colores, y desde entonces, el Urbano no paró de crecer.

Hoy, la institución es mucho más que un equipo. Es una gran familia que ha sido testigo del paso de generaciones enteras. Dirigentes comprometidos, familias enteras y jugadores que comenzaron siendo niños y hoy son referentes, construyen día a día una historia de lucha, inclusión y amor por el deporte.

"El Deportivo Urbano es un ejemplo de lo que puede lograr una comunidad cuando se organiza, cuando apuesta a los valores del respeto, la solidaridad y la convivencia. Porque acá no se trata solo de goles o trofeos, se trata de construir comunidad", destacan desde la comisión actual, integrada por Cristian Márquez, Víctor Valderas, Víctor Álvarez, Catalino Armoa, Eugenia Oyarzo, Romina Valderas, Matías Bustamante, Daniel Gaitán y Aníbal Kanon.

A 15 años de aquel primer sueño compartido, el Club Deportivo Urbano sigue latiendo fuerte en el corazón del Gaucho Rivero. Y lo que empezó con unos picados entre amigos, hoy es una institución que sigue sembrando futuro. (Fuente: El Diario Nuevo Día)