Fernando Basanta aseguró que no existe ninguna causal constitucional para su remoción: "Jamás me cagué en un solo habitante de esta provincia"

El vocal del Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz, Fernando Basanta, presentó este viernes su defensa ante la Sala Juzgadora de la Cámara de Diputados, en el marco del juicio político en su contra. 

Señaló que la acusación carece de sustento jurídico y que la Constitución Provincial no contempla ninguna de las causales que se le imputan.

Basanta afirmó que "la postura de mis apoderados fue sólida y firme y sin grietas que puedan hacer tambalear" y centró su descargo en el artículo 138 de la Constitución, que enumera las cuatro causales taxativas para el juicio político: incapacidad sobreviniente, delitos en el desempeño de la función, incumplimiento de los deberes y delitos comunes.

Al respecto, expresó: "Salvo algún tic nervioso producto del estrés, no tengo ninguna incapacidad. No tengo una sola denuncia penal. No hay ningún incumplimiento de los deberes. Y los delitos comunes tienen que ser investigados por un juez, no por esta Cámara".

Ante los legisladores, reiteró que la Justicia ordinaria ya desestimó una denuncia previa con idénticos argumentos a los de este proceso. Y cuestionó la acusación al señalar:

"¿Qué me imputa la Sala Acusadora? Primer punto: aceptación de cargos públicos sin cumplir los requisitos constitucionales exigidos. No está dentro de las cuatro causales. Segundo punto: posible comisión de delitos, algo que la Justicia penal ya dijo que no. Punto 3: incumplimiento de los deberes éticos previsto en la Ley 3325".

Además, explicó que su designación como magistrado cumplió con el procedimiento constitucional previsto y destacó la complejidad institucional del proceso.

"Intervienen los tres poderes del Estado. El Poder Ejecutivo envía una terna... El Poder Legislativo analiza esa terna y decide... Y el Poder Judicial hace un mínimo examen de validez al tomarle juramento al vocal propuesto", aseguró. 

Basanta cerró su presentación haciendo un llamado personal a los legisladores: "Diputados, yo los miro a los ojos y salvo que tengan un as bajo la manga, siempre he actuado con la mayor lealtad que una persona puede tener hacia esta provincia y sus ciudadanos".

Y concluyó: "Jamás me cagué en un solo habitante de esta provincia. Perdón si he sido duro cuando he discutido. Lo he sido, pero dentro de mis convicciones, que mantengo y respeto".