"Vamos a seguir Malvinizando": el mensaje de sus hijos tras la partida del ex combatiente Fernando Alturria
Fernando Alturria, veterano de Malvinas y referente de la "malvinización" en la Patagonia, falleció este fin de semana. Su hija Carolina Alturria dialogó con Radio Nuevo Día y compartió un conmovedor testimonio sobre su vida, su legado y la enorme huella que dejó en Río Gallegos. La comunidad lo recordó como un héroe con valores y convicciones que trascendieron generaciones.
Este fin de semana, Río Gallegos despidió a Fernando Alturria, veterano de la Guerra de Malvinas y uno de los principales referentes de la causa en Santa Cruz. Fue uno de los pilares del Centro de Veteranos de Río Gallegos y un incansable promotor de la "malvinización", esa tarea diaria de mantener viva la memoria, la soberanía y los valores ligados a la gesta del Atlántico Sur.
Carolina Alturria, su hija, compartió en "Fuera de Contexto" de Radio Nuevo Día un emotivo testimonio: "Estamos todos en casa, acompañándonos como podemos. Recibimos cientos de mensajes desde todo el país. Es reconfortante saber cuánto lo valoraban, incluso personas que no conocíamos".
Un héroe que sembró valores en su familia y en su ciudad
Fernando no solo fue un veterano. Fue padre, educador, guía y muchos otros roles en la comunidad. "Mi papá siempre fue nuestro héroe. Nos inculcó el amor a la patria, el respeto y la defensa de lo que creemos nuestro. Hoy nos toca continuar su legado, levantar esa bandera como él lo hacía, con el corazón y la frente en alto", expresó Carolina.
Carolina Alturria compartió en las redes imágenes junto a su padre en un viaje a Malvinas
Como docente, ella tuvo el privilegio de verlo dar una charla a sus propios alumnos del Jardín 43: "Fue muy emocionante. Hablaba con convicción, con pasión, no del combate, sino de los valores, del compañerismo, del amor a la patria. Toda la comunidad educativa lo escuchó con admiración".
El legado sigue vivo: "Vamos a seguir Malvinizando"
La historia de Fernando Alturria no solo se vive en las escuelas, sino también en las calles de Río Gallegos, donde muchas familias lo recuerdan por sus visitas, sus gestos desinteresados, su humildad. "Era tener la historia viva en casa", dijo su hija. "Una figura histórica que también te retaba, pero siempre con amor".
Su partida fue repentina. En los últimos meses, una lesión que no mejoraba derivó en un diagnóstico de metástasis ósea confirmado días antes de su fallecimiento. "Fue todo muy rápido, muy doloroso. Veníamos de procesar la pérdida de mamá. Pero él nos enseñó a ponernos de pie y seguir", dijo Carolina, emocionada.
Río Gallegos pierde a un referente, pero gana un legado imborrable. Sus hijos, sus camaradas y una comunidad entera se comprometieron a seguir diciendo "Malvinas" con la misma convicción que él sembró.
(El Diario Nuevo Día)