Sociedad

Hepatitis C: la mayoría no sabe que la padece

Según la OMS, el 75% de los portadores del virus lo desconoce. Es cuatro veces más frecuente que el sida. Los grupos de riesgo.


La hepatitis C es una enfermedad silente con la
que uno puede convivir durante años y descubrirla recién cuando aparecen los
síntomas de fibrosis hepática, cirrosis y hasta cáncer. Se trata de una
afección viral que daña principalmente al hígado y que a nivel mundial es cuatro
veces más frecuente que el sida. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), hay 185 millones de personas infectadas con hepatitis C y 35 millones
con el virus del sida.


En Mendoza, la proporción es similar, ya que se
estima que el 1% de la población vive con el virus de la hepatitis C, es decir,
aproximadamente 17.200 personas tomando datos del Censo 2010, mientras que
3.312 padecen la infección por VIH, según el informe epidemiológico elaborado
por el Ministerio de Salud hasta setiembre de 2014.


Pero la principal preocupación de los
especialistas ante esta realidad no es la cantidad de casos, sino que la
mayoría de las personas -a nivel mundial un 75%- desconoce que ha contraído el
virus de la hepatitis C y no se trata. "Generalmente, el que está infectado no
lo sabe y es una agravante porque no se consulta con médicos para curarse”,
manifestó Carlos Espul, coordinador del Programa de Lucha contra Hepatitis
Virales del Ministerio de Salud de la provincia. Para él, hay una ignorancia de
la población en general sobre esta enfermedad y sus consecuencias. "Lo que
vuelve a las personas más vulnerables porque no pueden protegerse de lo que
ignoran”, señaló.


En este sentido, el médico recalcó la necesidad
de conocer las vías de transmisión de esta afección, para que cada persona
pueda evaluar si se encuentra dentro de los grupos de riesgo. "Es fundamental
identificar a la gente que ha tenido un riesgo asociado. En primer lugar
aquellos que hayan recibido sangre antes del año 92 o 93, que fue cuando se
empezó a hacer el screening en la sangre para descartar que tenía el virus”,
comenzó a enumerar Espul.


En segundo lugar aparecen las personas que han
hecho uso de drogas inyectables y también inhalatorias. "Como por ejemplo la
cocaína: cuando se aspira y se comparte el canuto, si a la persona le sangra la
nariz puede perfectamente transmitir el virus”, detalló el especialista.


Otra vía de contagio son las perforaciones y
tatuajes. "Por eso, el material con el que se trabaja tiene que estar
esterilizado, si no lo está y se halla contaminado puede contagiar a otras
personas”, remarcó Espul, a la vez que aseguró que esta es la forma de
infección más frecuente en la provincia.


Un caso similar ocurre con los odontólogos: "Si
el profesional no aplica buenas prácticas de esterilización del material, el
próximo paciente que venga está en riesgo”, indicó.


Lo más importante para Espul es que todos
aquellos que están dentro de los grupos de riesgo se realicen el estudio para
comprobar o descartar la presencia de la enfermedad. "Se puede acceder en
cualquier hospital público de forma gratuita. Es muy simple, ya que se toma una
muestra de sangre venosa para un hemograma”, describió el titular del programa
contra la hepatitis.


Ahora hay cura


Una buena noticia para los que padecen la
enfermedad es que con el tiempo los tratamientos han mejorado su eficacia. "Hoy
por hoy hay posibilidades de curarse totalmente. Se medica con un antiviral que
bloquea el ciclo de replicación del virus y no tiene cómo sobrevivir”, precisó
el médico. De hecho, si se pudiera darle un tratamiento efectivo a todos los
infectados se podría erradicar la enfermedad, tal como remarcó el experto.


Para Espul, el desarrollo de nuevos fármacos
representa una gran ventaja. "Recientemente, la Anmat autorizó una de las
drogas (daclatasvir) para el tratamiento y falta la autorización de dos drogas
más. Estos fármacos han generado grandes expectativas porque logran mejores
resultados con menos efectos adversos”, contó.


A diferencia de otros tipos de hepatitis, como
la B, la C no tiene vacuna. "El virus tiene una tasa de mutación muy importante
que hace que pueda evadir el sistema inmune, por lo que las vacunas son
ineficaces”, apuntó.


Efectos negativos


Según explicó Espul, si no se trata la
enfermedad con el paso del tiempo se va degradando gravemente la salud. "Porque
hay una lucha permanente de los anticuerpos para eliminar el virus, pero esos
anticuerpos no son eficaces. En esa lucha se va generando un daño por la acción
del sistema inmune que trata de destruir las células infectadas. Al principio
las células del hígado se van recuperando, pero cuando pasan los años esas
células empiezan a ser remplazadas por tejido fibroso y queda como una especie
de cicatriz”, explicó el médico. En una primera etapa, el paciente presenta
fibrosis y con el tiempo evoluciona a cirrosis porque se ve afectada la
funcionalidad hepática.


demás, por la excesiva multiplicación de las
células se puede llegar al carcinoma hepatocelular. "Todo esto se revierte
evitando que el virus replique, realizándose controles periódicos para que el
médico indique en qué momento iniciar el tratamiento”, destacó Espul.

Desde el programa que él dirige se hacen campañas periódicas para tratar de
identificar a las personas que viven con hepatitis C de manera que puedan
comenzar a actuar al respecto. "Todos los años tenemos nuevos casos que van
apareciendo, pero estimamos que son casos anteriores que se van descubriendo,
porque la mayoría se da en mayores de 40”, cerró.


 


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