Se realizó en el país el primer trasplante bipulmonar y hepática de Latinoamérica

Matías tiene 19 años y volvió a vivir: recibió dos pulmones y un hígado, y ahora sonríe.

En el 2017 el tema donación y trasplantes de órganos estuvo muy presente en la agenda pública. Y el año terminó con una hermosa noticia y hazaña médica a la vez.. El 12 de diciembre se realizó en la Fundación Favaloro el primer trasplante combinado bipulmonar y hepático de Latinoamérica a un paciente de 19 años con diagnóstico de fibrosis quística con falla hepática. Este tipo de intervención, en la que se implantan ambos pulmones y el hígado del mismo donante cadavérico, no es muy frecuente: en Estados Unidos sólo hay registradas 91 intervenciones de este tipo, según datos de UNOS (Red Unida para Compartir Organos, por sus siglas en inglés) que tiene datos desde 1984.



 



La intervención se extendió por casi 12 horas y requirió un equipo médico de 18 especialistas: 10 cirujanos -tres pulmonares, tres hepáticos, dos para ablacionar el pulmón y dos para ablacionar el hígado-, dos anestesistas, cuatro instrumentadores y dos enfermeros.



 



“Este tipo de trasplante implica un gran esfuerzo desde la logística, porque son dos equipos trabajando casi simultáneamente, en el que se debe hacer el trabajo con la precisión de relojería, porque cada minuto que pasa es sufrimiento para los órganos que se implantan”, explicó a Clarín el doctor Alejandro Bertolotti, jefe de trasplantes de la Fundación Favaloro.



 



“Es un avance para poder brindarle a muchos pacientes que anteriormente no tenían la oportunidad, una mejor calidad de vida, o incluso sobrevida”, añade Bertolotti. La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria que afecta a las personas desde su nacimiento y no tiene hasta el momento una cura o tratamiento específico. Eso deriva en un progresivo deterioro del paciente y muchos de ellos terminan con falla respiratoria grave. “A unos pocos además se les asocia una falla hepática y cirrosis, como en este caso”, explica el médico. 



A horas de recibir el alta y poder volver a su casa de Avellaneda, uno de los protagonistas de esta historia, Matías Proverbio, cuenta cómo fue pasar por esta operación. “Estoy feliz de la vida que me voy de alta. Todavía estoy un poco dolorido por la cirugía, pero muy contento”, dice en diálogo telefónico con Clarín. Matías llevaba dos años en lista de espera. Si bien la fibrosis quística es una enfermedad congénita, este joven pasó muchos años sin diagnóstico. “A los 16 años le descubrieron la enfermedad en el Hospital Argerich. De ahí me contactaron con la que fue su médica durante cuatro años, la doctora Silvina Lubovich, que lo sacó adelante y lo trató durante cuatro años en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Ella también posibilitó que lleguemos a Favaloro”, detalla agradecida Zulma, la mamá de Matías.



 



Desde el INCUCAI también celebran el avance. “Nuestro país tiene el honor de tener programas de trasplantes a los que pueden acceder los pacientes y que ofrece la posibilidad de todos los trasplantes con habilidad académica de nivel internacional”, afirma a Clarín la doctora María del Carmen Bacqué, presidenta del INCUCAI. La limitación más grande, agrega, es la cantidad de donantes. “Argentina necesita tener más donantes, para poder lograr estos trasplantes”, dice.



 



Fuente: Clarín


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