Catamarca: madre denunció a su propio hijo y pidió la exclusión del hogar

La mujer contó que el joven tiene un consumo problemático de drogas y que reacciona de manera violenta con su familia.

El consumo de drogas se convirtió en un problema social; no es solo un tema de salud. Las consecuencias hacen mella en la persona consumidora pero también en su entorno familiar, a tal punto de generar situaciones de violencia que ponen en peligro a sus allegados. 





El jueves pasado, en la Unidad Judicial Nº 8, ubicada en la zona norte de la Capital, una mujer de 46 años se presentó a denunciar a su propio hijo, un joven de 21 años. 





Ambos residen en la misma casa. La mujer contó que el martes 1 de enero, a las 16, recibió el llamado telefónico de una vecina, quien le comentó que su hijo se estaba peleando a las piñas frente a su casa. La madre no estaba en su domicilio y regresó al día siguiente, después del mediodía. 





Ya de vuelta en su casa, advirtió que lo que su vecina le había comentado era cierto. Su hijo mayor tenía golpes en la cabeza por una paliza con un palo, que le dio otro hijo, el denunciado. La madre reconoció que no es la primera vez que suceden estos hechos de violencia en su familia.





En la denuncia, la mujer dejó asentado que su hijo “es adicto a las drogas”. Al mismo tiempo, contó que cada vez que consume alguna sustancia estupefaciente “hace cosas de las cuales luego se arrepiente. Él mismo no es consciente de sus actos y no acepta mi ayuda”.





Ante esta dolorosa situación, dejó asentado en la denuncia que solicitó la exclusión del hogar “porque no quiero más problemas en mi casa”. Al mismo tiempo, asentó que su hijo lesionado no radicará ninguna denuncia contra su hermano. Fuentes consultadas en el Fuero de Familia indicaron la presencia del alcohol y de otras drogas en los casos de violencia familiar como uno de los factores de conflicto. 





En otro orden, fuentes policiales informaron que el miércoles por la noche, personal de la Comisaría Novena, en la zona Sur, se presentó en un domicilio del barrio Santa Marta. Allí se aprehendió a un joven de apellido Nieva, de 18 años, quien habría intentado agredir físicamente a su madre, una mujer de 37 años. El joven fue trasladado a la dependencia policial donde quedó alojada a la espera de nuevas directivas por parte de la Justicia interviniente.





En tanto que, apenas pasada la medianoche de ayer, alertados por un llamado telefónico, efectivos de la Comisaría Octava, llegaron hasta un domicilio del barrio 57 viviendas Norte. Arrestaron a un joven de apellido Leiva, de 23 años, señalado de causar desorden en el interior de la casa y de golpear a su padre, un hombre de 47 años. El muchacho también fue aprehendido y quedó a disposición de la Fiscalía de Instrucción en feria, desde donde se impartieron las directivas a cumplimentar.



El yerno

En la misma Unidad Judicial Nº 8, otra madre (de 35 años), apenas unas pocas horas después, denunció a un joven (22), ex pareja de su hija (16). La mujer contó la relación terminó hace cuatro meses, luego de que el joven llevara a la adolescente hasta la Cuesta de Moreira, donde la dejó sola. La chica había llamado a su madre para que la fuera a buscar. Pasada esta situación, de acuerdo con la denuncia de la madre, el joven hostigó a la adolescente a través de las redes sociales.





Dado este hostigamiento, la mujer decidió revisarle el teléfono celular a su hija. Encontró mensajes y de esta manera descubrió que la chica y el joven se habían visto dos meses atrás y que, como consecuencia de este encuentro, su hija quedó embarazada. 

Más tarde, el joven presentó una contradenuncia hacia la madre de la adolescente. La reconoció como “ex suegra”. Según el muchacho, la mujer se enteró que su hija se encuentra embarazada y, por ello, “ya no me puede ni ver”. Admitió que la relación con la adolescente finalizó hace cuatro meses, pero en un encuentro “quedó embarazada, aún así yo decidí hacerme cargo del bebé”. 





Con la idea de asumir su responsabilidad parental, el joven se presentó en la casa de la chica, “para hablar del tema, aclarar los tantos y quedarme más tranquilo, pero la mujer me dijo ‘voy a mandar a mi mirado para que te golpee con otra persona más”.



El Ancasti


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