CONICET: ATE convoca a manifestación en rechazo a despidos y exige renuncia de Salamone.

El gobierno liderado por Javier Milei ha vuelto a tomar medidas drásticas en el Conicet, el principal bastión de la investigación científica respaldada por el Estado nacional. Este organismo ha estado enfrentando una continua reducción de su personal y un asfixiante recorte financiero que se traduce en la disminución de becas y proyectos de investigación.

Recientemente, se ha anunciado una nueva ola de despidos, afectando a alrededor de cien empleados de la planta administrativa, lo que ha generado una convocatoria a huelga para el próximo lunes, así como el llamado a la renuncia del director del Conicet, Daniel Salamone.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) emitió un comunicado rechazando los despidos ocurridos en el Conicet y exigiendo la renuncia de Daniel Salamone, titular del organismo. Además, convocó a una manifestación masiva para el 25 de marzo a las 11 de la mañana, en protesta por estas medidas y en defensa de los trabajadores afectados.emitió un comunicado en el que rechaza categóricamente los despidos ocurridos recientemente y exige la renuncia de Daniel Salamone como titular del organismo. Además, ha convocado a una manifestación masiva que tendrá lugar este 25 de marzo a las 11 de la mañana.

Los investigadores han denunciado que la reducción del personal administrativo "impacta significativamente en la capacidad operativa" del Conicet.

¿QUÉ PASA CON LAS BECAS DEL CONICET?

Estos despidos se suman a la decisión de otorgar este año únicamente 600 becas doctorales, en comparación con las 1300 del año anterior, junto con 300 becas de "finalización", y retrasar el inicio de los programas en cuatro meses, de abril a agosto.

Estas medidas forman parte del plan general de reducción del Estado que está llevando a cabo el gobierno. Durante su campaña, el ahora presidente Milei había prometido cerrar el organismo, que cuenta con 66 años de destacada trayectoria en la generación de conocimiento. El trabajo del Conicet ha sido especialmente relevante durante la pandemia, cuando desarrolló kits de prueba que acortaron significativamente los tiempos de diagnóstico.

La situación del Conicet refleja la crisis que atraviesa todo el sistema científico y tecnológico, con otras agencias enfrentando una virtual parálisis.

El exministro de Ciencia y Tecnología durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, Lino Barañao, ha admitido su colaboración con las nuevas autoridades del área, ahora reducida a secretaría bajo la gestión de Milei. Barañao aseguró que lo hace con el objetivo de evitar la destrucción del sistema científico y tecnológico argentino.

Barañao reveló que el titular de la secretaría, Alejandro Cosentino, le comunicó que la prioridad actual es reducir el gasto y el personal en las agencias de investigación, y que la renovación del presupuesto depende de ello.

El exfuncionario atribuyó a Milei una visión limitada sobre cómo se desarrolla la economía de un país y cómo se aborda un modelo de desarrollo. Expresó su comprensión sobre la necesidad de reducir el déficit para combatir la inflación, pero señaló que el verdadero problema radica en la falta de un proyecto de desarrollo a largo plazo que genere empleo y divisas. En este sentido, afirmó que disminuir la inversión en ciencia y tecnología es obstaculizar la posibilidad de un futuro próspero.

Barañao enfatizó que reconstruir un sistema científico desfinanciado llevará mucho más tiempo del que implica simplemente restringir el presupuesto. Advirtió sobre un futuro oscuro si esta situación se prolonga durante los próximos cuatro años.

Por otro lado, la comunidad científica y académica ha expresado su profunda preocupación por las repercusiones a largo plazo de estas medidas. El recorte en el Conicet y en otras instituciones de investigación científica y tecnológica amenaza con frenar el avance del conocimiento, comprometer la capacidad de innovación del país y afectar negativamente su competitividad a nivel internacional.

Estos despidos y recortes de becas representan un golpe devastador para muchos profesionales altamente calificados que han dedicado años de estudio y trabajo al servicio del avance científico y tecnológico de Argentina. Muchos de ellos podrían optar por buscar oportunidades en el extranjero, lo que podría resultar en una fuga de cerebros y un debilitamiento aún mayor del tejido científico nacional.

(Fuente: LetraP)