El golpe final que prepara Máximo Kirchner contra el peronismo para después de las elecciones

El líder de La Cámpora y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner imaginan tres posibles maniobras poselectorales que marcarán el rumbo del gobierno nacional durante los próximos dos años, aunque con resultados totalmente diferentes.



A las puertas de una nueva derrota, en el Frente de Todos ya se comienza a especular sobre el escenario poselectoral que afrontarán a partir de diciembre. En ese contexto, tanto la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como su hijo Máximo Kirchner imaginan tres posibles maniobras que marcarán el rumbo del gobierno nacional durante los próximos dos años, aunque con resultados totalmente diferentes.



El fracaso electoral de las PASO marcó un punto de inflexión en el oficialismo, que ya venía desgastado por los continuos roces entre el presidente Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. También supuso un cachetazo a las aspiraciones políticas de Máximo Kirchner, especialmente en la provincia de Buenos Aires, viéndose obligado a redefinir sus relaciones con otros actores importantes del territorio bonaerense, como los intendentes del conurbano.



Previendo que la derrota se repetirá en los comicios del 14 de noviembre próximo, tanto Cristina como Máximo Kirchner analizan los movimientos a seguir, informó anoche el periodista Beto Valdez en el programa Somos nosotros, del canal LN+.



Una de esas hipótesis refiere a la posibilidad de aplicar un giro moderado en el gobierno nacional y establecer un diálogo político con la oposición. "Yo la pondría como la menos probable, porque esencialmente es la que más quiere el círculo rojo y el establishment del peronismo que vienen de comerse muchos amagues mezclados con expresión de deseos", advirtió Valdez.



"Ello significaría la moderación de la administración de Alberto Fernández y una especie de retiro paulatino de Cristina Fernández de Kirchner, con gobernadores e intendentes que estarían dispuestos a asumir cargos en el gabinete. También abarca una política de ajuste económico y diálogo con la oposición", añadió.



La segunda opción que barajan Cristina y Máximo Kirchner es diametralmente opuesta: una radicalización kirchnerista. "Aparentemente surge como la más probable, porque está relacionada con un hecho muy obvio: una Cristina enojada le factura a Alberto la derrota electoral y con La Cámpora prácticamente le toman el palacio y se hacen cargo del gobierno con sus propias condiciones", sintetizó Valdez.



"Sin embargo, tampoco parece tan probable en términos de que Cristina y La Cámpora no tienen los 'fierros' y la estructura política para radicalizarse después de una derrota", comentó el también columnista de MDZ.



En tanto, la tercera hipótesis es la peor para el peronismo y, al mismo tiempo, la más probable de concretarse: el mantenimiento del status quo. "En definitiva, no hay voluntad de resolver la crisis política de fondo", concluyó el periodista.



 


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