Cinco meses sin noticias de Nicolás Duarte Luna

El joven desapareció sin dejar rastro el pasado 30 de abril, en Tolhuin. Su familia comienza a perder la esperanza de encontrarlo con vida.

Llegó el quinto mes y pasó desapercibido para casi todos. Suele ocurrir. La inmediatez y la carga informativa termina haciendo que lo urgente prevalezca ante lo importante.



Pero este lunes no es un día más para la familia de Carlos Nicolás Duarte Luna, que lamenta haber llegado casi a octubre sin noticias de su hijo.



La Policía sigue trabajando y continúa con operativos; incluso hay carteles pegados con el rostro del joven en varias despendencias, pero los rastrillajes cada vez son más esporádicos.



«Ya lo buscamos en Tolhuin, pero también en Ushuaia y Río Grande y hasta en Santa Cruz, incluso en Punta Arenas y Porvenir», relató su papá, Carlos Luna, en la última entrevista que dio a los medios, y agregó: «Lo buscamos en los hospitales y en las comisarías, pero la verdad es que hay una incertidumbre muy grande».



«Yo no conocía la Isla, no conocía el lugar por el que él salía y ahora lo tengo harto conocido porque he estado ahí casi diez veces», indicó, y por esto agregó en aquella oportunidad: «La presunción que tengo es que si logró irse y salió por ese lugar fue con mucha fortuna».



También habló de «corazonadas» y fue pesimista al resaltar que tiene «la presunción de que a Nicolás no le ha ido bien», y añadió: «Yo creo que si lo encontramos lo vamos a encontrar sin vida».



La desaparición



Duarte se ausentó el pasado martes 30 de abril a las 17 horas del domicilio donde se encontraba parando desde hace un tiempo en un hospedaje de la localidad mediterránea de Tolhuin.



Se sospecha que el joven decidió realizar una caminata por el bosque fueguino, acompañado de varios canes, el día de su desaparición. Sin embargo, también es una posibilidad que Duarte se haya trasladado a Ushuaia o Río Grande «a dedo»,  por lo que en su momento se solicitó la ayuda de toda la comunidad fueguina.



Para colaborar con el operativo y aportar datos que la fuerza considera «clave» para el hallazgo del joven, llegó su familia desde la provincia de Buenos Aires. Su padre, Carlos Duarte, manifestó ante las autoridades su preocupación por los constantes cambios de estado de ánimo del joven, que fue internado en reiteradas oportunidades y que consumía medicación para sobrellevar un importante cuadro de estrés y depresión.



Todo esto, incluso, se había agravado en los últimos meses, cuando Duarte sufrió el incendio de la vivienda donde residía en Tolhuin y se vio obligado a vagabundear por la ciudad, hasta recibir el cobijo de las autoridades de Desarrollo Social.



Pero ya pasaron cinco meses y cada hilo investigativo fue seguido por las autoridades policiales y judiciales, sin suerte. Son 120 días y Carlos Nicolás Duarte Luna puede estar en cualquier sitio.



 



Radio Fueguina



 


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