Niños de Puerto San Julián destruyen plaza y apedrean casas de vecinos
Es en la plaza que se encuentra junto al Natatorio Municipal. Una vecina documentó con fotos y videos el maltrato que propinan a un espacio que pertenece a toda la comunidad, pero ni la policía ni el estado municipal saben como tomar acción.
Las quejas también abarcan a los perros que deambulan por la zona, hacen ruido y no dejan salir a los vecinos con canes en sus casas.
Una vecina de Puerto San Julián expuso en redes sociales los destrozos y la violencia ejercida por un grupo numeroso de niños y niñas sanjulianenses sobre las instalaciones de una plaza de la localidad.
El espacio público se encuentra junto al Natatorio Municipal y la mujer, llamada Dani Svriz, pudo documentar imágenes y secuencias que muestran de forma clara como maltratan con saña el lugar.
En ellas puede verse como los niños destrozan un juego instalado por el estado local en la plaza. Las imágenes son elocuentes y hablan de la energía puesta en destruir el mobiliario.
El mobiliario instalado por el estado municipal para que todos los niños del barrio jueguen, destrozado por un grupo de ellos que no aprendieron de sus padres el respeto por el bien común Cortesía: Dani Svriz.
Inacción del estado
La mujer remarcó en su posteo que ni la policía ni el estado municipal toman acción al respecto porque no saben que hacer frente a menores de edad que vandalizan el espacio público.
«Me tome el atrevimiento de llamar a la policía, vinieron a mirar y no hicieron absolutamente nada porque claro, son todos menores, aproximadamente unos 20 sin ningún adulto, pero todos pasan y miran, nadie dice nada» expuso Svriz sobre la agobiante situación.
Por su parte, la vecina detalló que los niños, además de romper mobiliario urbano y público, también amedrentan vecinos tirando piedras a sus domicilios, como fue el caso de Dani, que sufrió uno de esos ataques, documentados gracias a que también fueron filmados.
La ciudad y los perros
La vecina también señaló a los perros callejeros que deambulan por el barrio como otra fuente de molestias y zozobra, pues andan sin control, ladran, muerden y su conducta imprevisible es una amenaza para los vecinos.
«Deambulan por la calle todo el día, no dejan dormir siesta, ni siquiera uno puede sentarse afuera porque vienen a molestar a la reja donde tengo mis perras encerradas, el día de ayer 2 de esos perros se llevaron por delante a mi hijo de 2 años que jugaba en la vereda por venir a pelear, y si lo muerden? ah, pero decís algo a sus dueños y todavía ellos mas enojados» dijo la mujer en su cuenta de Facebook.
El estado municipal no ofrece respuesta ante la problemática de los perros sueltos mientras que la policía tampoco las ofrece para la cuestión de los niños destructores. De todas maneras, la señora Svriz junto a vecinos de la zona presentarán una nota a la municipalidad para que pongan un sereno en la plaza y se tomen medidas respecto a los canes.
Los hechos hablan de una situación desbocada en una comunidad en crisis debido a la pandemia y la economía.
El malestar se refleja en cuestiones que demuestran la falta de sentido colectivo, el no-respeto por el otro y el desprecio por lo público, y por medio de acciones anómicas como el que los adultos dejen que sus hijos y sus mascotas anden por la calle haciendo lo que no pueden en sus casas.
«Los demás que se jodan» parece ser el nuevo lema de la localidad. (El Divergente)