Sin lugar en los calabozos: policía procesado por abuso se encuentra detenido en una oficina de la comisaria

Ocurre en la Seccional Primera de El Calafate, donde los calabozos están llenos de detenidos procesados. Se debió adaptar una oficina en la que está detenido por el delito de abuso sexual. Lo mismo ocurre en la Comisaría Segunda.

La falta de espacios para detenidos es un problema crónico y cada vez mayor en El Calafate y en el conjunto de la provincia. 



En esta localidad, a raíz de esta situación el edificio que originalmente fue construido para la Comisaría Segunda, terminó subdividiéndose y luego de adaptaciones allí funciona también la Alcaidía.



Las seccionales policiales tienen calabozos concebidos para alojar personas que estén detenidas en forma provisoria, a la espera que la justicia determine su situación procesal en relación a los hechos que se le imputan.



En teoría cuando una persona es procesada con prisión preventiva, debería ser trasladada a un espacio penitenciario acorde, a la espera de su juicio. Claramente el calabozo de una comisaría no está preparado para alojar detenidos por mucho tiempo. Pero en la práctica la mayoría de las dependencias policiales de Santa Cruz alojan procesados y hasta condenados.



En El Calafate esta situación vuelve a ser noticia por un hecho llamativo. Un oficial de la Policía procesado por abuso sexual contra una menor de edad, permanece detenido…en una oficina de la comisaría Primera



Esa dependencia ubicada en el centro de El Calafate, ya es pequeña para la actividad que tiene. Encima debe sacrificar espacios de trabajo policial para adaptarlos como se pueda a la nueva función de alojar un detenido, integrante de esa misma fuerza.



Es que en los dos calabozos que tiene la primera hay cinco detenidos. Todos procesados. Uno de los involucrados en el crimen de Fabián Gutiérrez, el joven Riestra, que está por Homicidio Culposo Agravado por la muerte de un remisero; uno de los tres detenidos por haber robado cinco ovejas; otro procesado por abuso sexual, y otro por asalto a mano armada.



Este último, de apellido Beramendi, se escapó el pasado mes de abril de la comisaría Segunda. Había sido detenido es misma noche y alojado en una oficina convertida en calabozo. Fue recapturado tres semanas después. 



La seccional Segunda ya tenía otro antecedente de fuga, meses antes. Fue en diciembre del año pasado y el protagonista fue Luis Sanfelippo, detenido por el crimen de un remisero Esponda.  También había sido alojado en una oficina y se escapó por la ventana. Fue recapturado horas después.



En esa comisaría la situación es similar a la del centro. Ya no alcanzan los espacios para alojar detenidos. 



En forma casi cotidiana y principalmente los fines de semana, ingresan personas aprehendidas a las comisarías. De acuerdo al motivo, algunas permanecen pocas horas y otras deben aguardar a ser indagados y esperar que el Juzgado resuelva. Alojar a estas personas debería ser la función de los calabozos. (Ahora Calafate)


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