El alarmante hallazgo de la Aduana en una encomienda que iba a los Estados Unidos
La Aduana descubrió una desagradable sorpresa luego de pasar una encomienda por el scanner. Qué había en el paquete que se secuestró.
En un procedimiento de rutina la Dirección General de AFIP-Aduanas encontró un macabro paquete dentro de una encomienda postal internacional por el escáner en la ciudad de Monte Grande que tenía destino a los Estados Unidos pero que fue retenido por no contar con el aval del SENASA.
Los inspectores aduaneros dieron aviso a la justicia y obtuvieron la debida autorización para abrir el paquete, una caja de cartón envuelta en papel color marrón, en apariencia discreta, que iba dirigida a Norteamérica con documentación en inglés.
Los inspectores aduaneros procedieron al secuestro del envío postal, dieron comunicación formal a la fiscalía de turno y elevaron su informe al juzgado que correspondía. También, como el contenido podría ser un resto de valor arqueológico, convocaron al Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano para su peritaje.
Un nuevo hallazgo macabro de Aduana
Lo que encontraron dentro del paquete con destino a Estados Unidos fue una calavera en una bolsa de nylon transparente típica de embalar con burbujas de aire, según informó la Aduana en un comunicado que revela el hallazgo y en el que pueden verse fotos del resto humano.
Dentro de la caja también había una factura comercial por u$d 295 y cinco hojas con texto en inglés cuyo título, traducido al español, rezaba: "Guía para la importación de restos humanos a los Estados Unidos para entierro o subsiguiente cremación".
Desde la Aduana especificaron que no se puede enviar este tipo de restos por el servicio de encomiendas postales y que se debe contar con aval del SENASA para realizar la exportación de un resto óseos que es la documentación correspondiente en la Argentina.
Hace poco más de una semana, la Aduana ya había encontrado un cráneo momificado de un niño también con destino a Nueva York que fue confiscado también en la sede de Monte Grande y, en octubre pasado, fue hallada otra calavera en esta seguidilla de descubrimientos macabros.